La presidenta del Banco Santander, Ana Botín, ha respondido a las acusaciones de incumplimiento de sanciones estadounidenses dirigidas a Irán por parte del grupo. La entidad bancaria ha afirmado en un comunicado que, tras una exhaustiva investigación interna, «no ha encontrado ninguna infracción directa ni indirecta de sanciones en ninguna parte del grupo». Por razones legales y de reputación, la entidad bancaria ha tomado «medidas internas y externas» para hacer frente a la información publicada en un primer momento por el Financial Times. En él, se revelaba que Irán, a través de la empresa petroquímica Petrochemical Commercial Company, evitaba sanciones económicas a partir de cuentas del Santander UK, la filial británica del grupo, y Lloyds, dos de los mayores bancos del Reino Unido. La compañía está controlada por Teherán y formaba parte de una red a la que Estados Unidos acusa de recaudar cientos de millones de dólares para la Fuerza Quds, una división especializada en guerra asimétrica de los Cuerpos de la Guardia Revolucionaria Islámica, y de trabajar con agencias de inteligencia rusas con el objetivo de recaudar dinero para las milicias ‘proxy’ iraníes. Santander perdió un 5% en Bolsa el 4 de febrero debido a la publicación de esta información.
Según la información del Financial Times, la firma iraní se valía de empresas fachada radicadas en China para evadir las sanciones estadounidenses. Una de ellas, Pisco UK, está registrada a nombre de una casa unifamiliar en Surrey (al sudeste del país) y utilizaba una cuenta comercial en el Santander UK. Sobre esta cuestión, y tras una investigación exhaustiva sobre la apertura y el uso de la cuenta a la que se hace referencia, así como sobre las personas relacionadas, la entidad afirma lo siguiente: «Podemos afirmar categóricamente que el Santander no ha constatado ningún incumplimiento por su parte de las sanciones de EE.UU. contra Irán en relación con estas alegaciones».
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Según sus indagaciones, el titular de la cuenta «no estaba incluido en ninguna lista de sanciones» y el negocio era propiedad de personas que no estaban identificadas como sujetas a sanciones en base a los registros públicos. Pisco UK es propiedad en su totalidad de un ciudadano británico llamado Abdollah-Siauash Fahimi, según el registro mercantil británico, pero según documentos internos filtrados en internet por el sitio web de la oposición iraní Wikilran, la firma está totalmente controlada por Petrochemical Commercial Company y Fahimi firmó un acuerdo para poseer la empresa en fideicomiso en su nombre. Fahimi, antiguo director de Petrochemical Commercial Company UK desde abril de 2021 hasta febreero de 2022, ha utilizado una dirección de correo electrónico de la empresa química para mantener el contacto con funcionarios de la compañía en Teherán.
«En ningún momento el Santander UK tuvo conocimiento de que el titular de la cuenta fuera propiedad en fideicomiso de una empresa iraní sancionada por Estados Unidos, como se alega en el artículo, ni el banco podría haber identificado el fideicomiso basándose en una revisión de los registros públicos», subrayan desde la entidad bancaria. La cuenta, en cambio, se cerró en 2022 «por motivos ajenas a estas acusaciones» y los importes negociados en ella «fueron insignificantes». En la investigación llevada a cabo por el banco no han encontrado incumplimiento alguno de sanciones en otra parte de las operaciones globales del grupo. Santander avanza que sigue en contacto con las autoridades reguladoras de Reino Unido y Estados Unidos por esta cuestión, si bien les habían informado de la misma antes de la publicación del artículo.