La explotación del acuífero por la excesiva extracción de agua está causando «graves impactos» en Doñana, según evidencia la revisión de distintos estudios científicos relacionados con el agua subterránea y el estado de conservación del espacio natural en los últimos 50 años.

Dicha revisión, que se ha centrado en más de 70 estudios, ha sido llevada a cabo por un equipo, compuesto por 22 investigadores de distintos centros, que ha estado liderado por la Estación Biológica de Doñana y el Instituto Geológico Minero, ambos centros del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC).

«Desde los años 70 las diferentes voces científicas y técnicas vienen denunciando que la extracción sin control de aguas subterráneas tendría consecuencias gravísimas para Doñana. Sin embargo, es inevitable tener la sensación de que los gestores del agua y el territorio implicados en esta zona a todas las escalas no han escuchado estas denuncias, o si las han escuchado, no han logrado tomar acciones efectivas», ha señalado Carolina Guardiola Albert, investigadora del IGME-CSIC.

Los datos de la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir (CHG) demuestran un descenso general de los niveles freáticos en todo el espacio a lo largo de las tres últimas décadas y, especialmente, en las áreas más cercanas a las zonas de extracción de agua para uso agrícola y consumo urbano. Junto a ello, numerosos estudios han registrado impactos sobre los hábitats acuáticos y terrestres de Doñana y sobre la calidad de sus aguas.

Impactos sobre los hábitats acuáticos y terrestres

Varios estudios revisados muestran cómo la reducción en los niveles de agua subterránea ha llevado a la desaparición de muchas lagunas, claves para la conservación de muchas especies.