Mestalla ha cumplido sus primeros cien años rebosante de vida, consolidado como una de las catedrales del fútbol europeo. El viejo estadio registra una afluencia continuada superior al 90% en cada día de partido, con independencia del horario y del rival. Sus coordenadas son la casa de una masa social que se expande más allá de las fronteras de la ciudad que da nombre al club y que vertebra una identidad heterogénea, en continua transformación. De la Avenida de Suecia a las comarcas. De las comarcas a muchas ciudades de España. Una afición que es un pueblo ¿Qué pueblo? ¿Cuál es el retrato robot del aficionado del Valencia? ¿A qué definición responden los rasgos identitarios del valencianismo? ¿Cuál es su grado de fidelidad? SUPERDEPORTE ha elaborado una minuciosa investigación para describir las claves de la personalidad valencianista, a partir de la procedencia, edad, género y arraigo de los 39.733 abonados de la entidad.

Si hubiésemos de recurrir a una definición genérica, a un tallo representativo, el aficionado medio del Valencia procede más de los pueblos que del ‘cap i casal’ y cada vez es más joven. Ha rebajado la media a 39 años de edad y su antigüedad como socio se remonta a 11,6 años, siendo los 29 años la edad en la que decide sacarse el ‘pase’.

En Mestalla y en la mayoría de estadios, el fútbol sigue siendo un asunto masculino. A pesar del crecimiento experimentado en las últimas décadas, por cada dos socias del Valencia (6.445), hay ocho abonados (32.188). Si algún lector de este reportaje ronda los 40, es de Alzira, Nules, Oliva o Sagunt y se abonó al club en los años de Unai Emery, bingo, es el retrato robot del aficionado estándar del Valencia.

A partir de aquí, los matices. El mapa del valencianismo muestra sus hondas raíces en la ciudad de Valencia, pero con una masiva implantación en los pueblos. Un total de 17.367 socios (928 de ellos vecinos del mismo estadio), un 45%, provienen de la capital, de sus barrios y distritos. Gran parte del 55% restante (20.589) procede de todas las comarcas de la Comunitat Valenciana y participan, cada dos semanas, de la caravana que acude en procesión a Mestalla. La geolocalización de los abonados detecta una fuerte presencia de socios sobre todo en l’Horta Sud y Horta Nord, así como en sólidos núcleos de la Ribera, la Safor, la Costera, la Marina, Camp de Túria y Camp de Morvedre. Afluentes de los que se aficionaron al Valencia niños que acabaron convirtiéndose en ídolos, desde Antonio Puchades a José Luis Gayà, pasando por David Albelda.