Se podría decir que la enésima versión del Nou Mestalla es más de lo mismo. Pero no. En realidad no es más. Es menos. Mucho menos que nunca. Como con el equipo, y suerte que ha salido Baraja, Lim no deja de abaratar también el estadio. Sin embargo, no hay Tholos que disimule la cutrez de que ni siquiera lo vaya a tapar. Y ojo que a este paso las sillas acabarán siendo de playa.