Los guardias civiles que murieron este viernes en el puerto de Barbate (Cádiz) en la embestida de unas narcolanchas, que llevaban horas desafiando a los agentes, eran un gaditano y un catalán desplazados al Campo de Gibraltar para luchar contra el tráfico de drogas. David Perez, de 43 años, nacido en Barcelona, estaba casado y tenía dos hijos. Miguel Ángel González, 39 años, natural de San Fernando (Cádiz), deja una hija huérfana y viuda. Había sido desplazado a la comandancia de Algeciras en septiembre del pasado año, confirman fuentes del instituto armado.