Tamara Falcó e Iñigo Onieva vuelven a estar en el ojo del huracán. Parece que no todo es felicidad en la vida de la marquesa de Griñon y los rumores de crisis y divorcio no dejan de crecer en los últimos días. Las nuevas informaciones dejan clara una cosa: separación a la vista.
Los rumores de crisis han perseguido en la última semana a Tamara Falcó e Íñigo Onieva después de que el podcast ‘En todas las salsas’ revelase que el matrimonio habría protagonizado una tensa discusión entre aspavientos en un restaurante de Madrid.
Tras salir a la luz este desencuentro que habría acabado con la pareja abandonando el local por separado, el ingeniero ponía tierra de por medio y se iba a pasar el fin de semana a Baqueira Beret con su grupo de amigos mientras la marquesa se quedaba con su familia en la mansión de Isabel Preysler en Puerta de Hierro, como la propia Ana Boyer compartía a través de sus redes sociales.
Este jueves Íñigo ha querido zanjar las especulaciones y, tras ser visto abandonando el domicilio conyugal en su moto -el ático que Tamara adquirió en 2020 y en el que se instalaron hace varios meses- ha asegurado que están «magníficamente bien», dejando claro que no hay ni crisis ni distanciamiento entre ambos.
Separados
Sin embargo, no hemos podido pasar por alto la extraña actitud de los marqueses de Griñón, que aunque su matrimonio marcha a las mil maravillas a punto de cumplir 7 meses de casados, el pasado jueves pasaron la noche separados.
Inmerso en los preparativos del negocio de hostelería que arrancará esta primavera, Íñigo volvía en moto a su casa a media tarde y no volvía a abandonar el lugar.
Por su parte Tamara, a la que no se ha visto en los últimos días, cumplía sus compromisos profesionales y el jueves reaparecía en la tertulia semanal de ‘El Hormiguero’, dejando claro con su actitud despreocupada y sonriente que nada hay de cierto en los rumores de crisis. Unos rumores que sin embrgo, y a diferencia de otras ocasiones, ha evitado comentar en su programa, algo que nos ha llamado la atención.
Pero más llamativo todavía ha sido que tras ‘El Hormiguero’ -en torno a las 23.00 horas- no regresó a su ático con Íñigo, sino que prefirió irse a la residencia de Isabel Preysler, donde pasó la noche sin su marido. Un comportamiento extraño que deja entrever que algo le pasa a la pareja y que, no dudamos, pronto saldrá a la luz.
Habla Isabel Preysler
Isabel Preysler se dejó ver el pasado viernes en la inauguración del nuevo centro de belleza y medicina estética Maribel Yébenes y ha desmentido de un plumazo todos los rumores que hay sobre una posible crisis matrimonial entre Tamara Falcó e Íñigo Onieva.
La Socialité llegaba sin ganas de pararse ante la prensa que se encontraba en las inmediaciones, pero sí que aseguraba que se encuentra «muy bien» en este momento de su vida y hacía oídos sordos a las preguntas sobre la situación en la que se encuentra su hija e Íñigo.
A la salida, Isabel apoyaba en los brazos de Pablo Motos, con el que compartía una agradable conversación y volvía a recalcar que se encuentra «muy bien» y ya no evitaba la gran pregunta: ¿hay crisis entre su hija e Íñigo?
Isabel ha zanjado el tema asegurando que «yo no veo ninguna discusión, están divinamente» y ha desvelado que su hija Ana está «muy bien, estupendamente, el embarazo le sienta divinamente»… además, ha vuelto a reafirmarse en las ganas que tiene de volver a ser abuela: «Sí, yo siempre».