El Inter parece ahora mismo un equipo imparable en Italia. No pierde en competiciones nacionales desde el pasado 20 de diciembre, cuando cayó en Coppa de Italia ante el Bolonia (1-2) y su última (y única) derrota en la Serie A fue el 27 de septiembre ante el Sassuolo (1-2). Desde entonces ha ganado la Supercopa de Italia y ha derrotado a sus principales rivales por el título de liga (Juve, Milan, Atalanta…). Ahora, la nueva amenaza del tirano es una Roma en auge.
Desde la marcha de José Mourinho y la llegada de De Rossi al banquillo giallorosi, la Roma cuenta sus partidos por victorias. Con su exjugador al mando, el equipo capitalino suma tres triunfos en tres encuentros, ocho goles a favor y solo dos tantos en contra. Son datos excepcionales, pero hay que tener en cuenta que han sido ante tres de los últimos cuatro clasificados del campeonato.
El Inter, por tanto, será el primer reto serio para el entrenador italiano de la Roma. El conjunto neroazzurri llega pletórico tras el triunfo ante su principal perseguidor, la Juve. Marcus Thuram y Lautaro Martínez siguen siendo un seguro a nivel ofensivo, mientras el equipo de Inzaghi no ha perdido ni un ápice de esa contundencia defensiva que le llevó a la final de la Champions la pasada temporada.
Para la Roma, un triunfo supondría meterse de lleno en la pelea por la cuarta plaza, que ocupa ahora la Atalanta y que da acceso a la Champions League. De Rossi tiene la opción de volver a convocar a Chris Smalling. El central inglés no juega desde el 1 de septiembre, aunque no cuenta con opciones de ser titular, con Mancini y Diego Llorente ocupando el centro de la zaga de manera solvente.
El Olímpico de Roma tendrá mucho que decir. En su estadio, el conjunto giallorosi solo ha perdido un partido en la Serie A y fue ante el Milan (1-2) en septiembre del año pasado. Esto les sitúa como el tercer mejor local del campeonato. Pero ojo, el Inter es el mejor visitante.