Para sobrevivir en el suelo anegado y bajo en nutrientes del bosque de Quebrada Chorro, en el oeste de Panamá, una especie de helecho tropical arborescente reutiliza sus hojas muertas, convirtiéndolas en nuevas raíces. Los científicos descubrieron que el helecho reconfigura estas “hojas zombis”, invirtiendo el flujo de agua para atraer nutrientes de regreso a la planta.

En un nuevo estudio publicado recientemente en la revista Ecology, el biólogo James Dalling, de la Universidad de Illinois en Urbana-Champaign, en Estados Unidos, descubrió junto a sus colegas que algunos helechos arbóreos reciclan sus hojas muertas para convertirlas en raíces. Los investigadores llaman a estas hojas reutilizadas «hojas de zombis»: permiten que el helecho, cuyo nombre científico es Cyathea rojasiana, prospere en zonas con escasos nutrientes.

Según una nota de prensa, esta variedad vegetal, que se encuentra únicamente en Panamá, es la primera que se ha identificado hasta hoy con la capacidad para reanimar sus propias hojas muertas, convirtiéndolas en estructuras de raíces que alimentan a la planta madre. Cyathea rojasiana pertenece a un antiguo linaje de helechos arbóreos, que se remonta al período Jurásico. Todo indica que las hojas zombis son una adaptación evolutiva a los suelos volcánicos pobres en nutrientes.

Reutilización de tejido

“Se trata de una reutilización de tejido verdaderamente novedosa. Y es distinto de lo que sabemos que hacen otros helechos”, indicó Dalling en el comunicado. Los especialistas saben que otras plantas, incluidos algunos helechos, emiten hojas o brotes que tocan el suelo y echan raíces para sustentar una nueva planta. Sin embargo, hasta el momento nunca se ha informado de la reconfiguración del tejido muerto para alimentar a la planta original, tal como sucede en este caso único.

Los helechos fueron identificados en una zona con vegetación irregular, lo que significa que los nutrientes del suelo también se distribuyen de manera desigual. «Es por eso que los helechos arbóreos parecen estar extendiendo tentáculos para tomar muestras de los suelos circundantes», agregó Dalling. En realidad, “pueden tomar muestras de una mayor variedad de entornos de nutrientes con la misma cantidad de pequeñas raíces que si enviaran una única estructura de raíces alrededor del helecho. Es un forma de economizar recursos en un entorno irregular”, expresó el especialista.

Un lugar único

Además, los científicos descubrieron que los helechos arbóreos crecen muy lentamente. Probablemente suman una o dos hojas al año, agregando unos pocos centímetros de altura a su estructura. Al poner en marcha el mecanismo descubierto, cada hoja reconfigurada es una importante inversión de recursos que realiza la planta.

El lento crecimiento permite que el helecho arborescente sea lo suficientemente corto como para que cuando sus hojas mueran caigan directamente hasta el suelo, accediendo así a los nutrientes. Los árboles alcanzan una altura máxima de unos dos metros, según verificaron los especialistas. El fenómeno se concreta en Panamá por las condiciones especiales de su territorio: se trata de un puente terrestre entre América del Norte y América del Sur que se fusionó hace 7 millones de años, a partir de un archipiélago de islas que fueron el resultado de la actividad volcánica en el pasado.

Referencia

Zombie leaves: Novel repurposing of senescent fronds in the tree fern Cyathea rojasiana in a tropical montane forest. James W. Dalling et al. Ecology (2024). DOI:https://doi.org/10.1002/ecy.4248