La multinacional siderúrgica ArcelorMittal logró el año pasado un beneficio neto de 919 millones de dólares (852,935 millones de euros al tipo de cambio de ayer), lo que supone una reducción del 90% respecto al resultado de 2022. La compañía atribuyó el grueso de este descenso al impacto negativo que supuso en sus cuentas la venta de su negocio en Kazajistán (2.400 millones de dólares) y al deterioro de su inversión en Acciairie d’Italia (otros 1.400 millones). Pese a ello, ArcelorMittal lideró las subidas en el índice selectivo de la bolsa española (Ibex 35), con una apreciación del 4,9%.
El volumen de negocio también se resintió, con un retroceso del 14%, hasta situar la facturación en 68.275 millones de dólares. La venta de acero se situó en 55,3 millones de toneladas, 300.000 menos que un año antes.
«A pesar del deterioro de la coyuntura de mercado que se observó a medida que transcurría el año, nuestra rentabilidad por tonelada se sitúa en niveles satisfactorios y sustancialmente superiores a los niveles medios a largo plazo», dijo Aditya Mittal, consejero delegado de la multinacional. Aditya Mittal agregó que «a futuro, se perciben indicios que apuntan a una coyuntura más positiva para la industria».
En Europa, ArcelorMittal redujo sus ventas el 18,95%, la producción de acero menguó el 9,64% y el resultado bruto de explotación («ebitda») retrocedió el 61,13%.
La compañía también espera que el negocio europeo repunte, pese a algunas dificultades. Según su director financiero, Genuino Christino, aunque «se anticipa una caída marginal de la demanda, especialmente en lo relativo a la construcción», lo previsible es que «una vez agotados muchos stocks, la demanda debería crecer entre el 2% y el 4%».
Estas estimaciones son muy relevantes cuando ArcelorMittal tiene pendiente de decidir si finalmente para en abril uno de los dos hornos altos de Asturias por la caída de los pedidos, según recoge su plan presupuestario para el ejercicio.
En el último trimestre del año, ArcelorMittal perdió 2.966 millones de dólares (2.753 millones de euros al cambio de ayer), frente al beneficio de 261 millones de dólares en el mismo periodo del año anterior. La facturación cayó en el tramo final del ejercicio el 14% y se situó en 14.552 millones de dólares, aunque el «ebitda» apenas se redujo el 0,6%, hasta los 1.266 millones de dólares.
La compañía dijo en su comunicado oficial de resultados que ha suscrito «contratos» para la construcción del nuevo horno eléctrico híbrido de Veriña que reemplazará a la acería de Gijón y que es la única de las dos grandes inversiones en descarbonización comprometidas para Asturias aprobada por la multinacional. En la presentación posterior, explicó que se trata de los trabajos de ingeniería de la instalación. Hasta ahora se conocía un solo contrato, formalizado en noviembre con la ingeniería vasca Sarralle.
Sobre el proyecto paralizado del horno de reducción directa de mineral de hierro (DRI) con hidrógeno verde, que debería reemplazar a uno de los dos hornos altos de Gijón y garantizar así la continuidad del emplazamiento de Asturias como cabecera siderúrgica integral, la multinacional no hizo precisiones más allá de una alusión genérica a que sus proyectos de construcción de plantas de reducción directa del mineral de hierro y acerías eléctricas en varios países avanzan en la fase de ingeniería básica.
Sí fue más preciso ArcelorMittral sobre el acuerdo con el Gobierno francés y la compañía energética estatal gala EDF para descarbonizar la factoría de Dunkerque. Este acuerdo, que fue divulgado el 15 de enero por el ministro francés de Economía, Finanzas y Soberanía Industrial, Bruno Le Maire, y por el presidente de la República, Emmanuel Macron, como «una vctoria» y un «logro histórico» de su país, sigue pendiente de decisión por la multinacional, al igual que ocurre con el DRI de Gijón (pese a contar con ayudas de 450 millones ya aprobadas por el Gobierno español) y lo mismo con varios proyectos de descarbonización en otros emplazamientos europeos.
En la documentación complementaria sobre la cuenta de resultados del año pasado, ArcelorMittal sostiene que el proyecto de Dunkerque, que es el que aparenta haber tomado ventaja, está aún «sujeto a aprobaciones finales» tanto para el DRI como para el horno eléctrico híbrido.
El grupo ha anunciado un dividendo de 0,50 dólares por acción con cargo a los resultados del año pasado.