Los problemas en la atención sanitaria continúan. Según el Barómetro Sanitario de 2023 que realiza el Ministerio de Sanidad con el Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS), casi el 70% de los pacientes que han acudido a la Atención Primaria en el último año esperó una media de 9,12 días para ser atendido. Solo el 21,1% consiguió cita el mismo día o al día siguiente, mientras que un 5,3% indica que pasó más de un día porque le interesaba o le venía mejor. La situación ha empeorado respecto a la segunda oleada del Barómetro, que se publicó en septiembre, que mostraba una espera media era de 8,5 días. Pero se acerca al registro de la primera oleada del 2023.
Día arriba, día abajo, la encuesta en cualquier caso ratifica que las listas de espera en el primer nivel del sistema sanitario se han duplicado tras la pandemia. Antes de la llegada del covid, la media oscilaba entre cuatro y cinco días. A esto se unen los tiempos de espera para ser atendido por un especialista. El 38,2% refiere que tiene que esperar más de tres meses, un periodo similar al registrado en 2022. Y estas demoras suelen repercutir en los servicios de urgencia, que registran permanencias de entre una y cuatro horas (el 47% de los pacientes).
Solo el 26% de quienes han acudido a un servicio de urgencia en el último año a esperado menos de una hora para ver satisfecha su demanda, mientras que el 2,4% tuvo que permanecer 24 horas o más.
La puntuación
Pese a las esperas, los españoles dan un aprobado al sistema sanitario público, en concreto una nota de 6,27. La puntuación es similar a la del 2022 (6,26) e inferior a la situación prepandémica (6,74). Las peores puntuaciones están destinadas a la Atención Primaria, que obtiene un 6,37 en las consultas y un 6,35 en las urgencias de los centros de salud. Asimismo, las consultas de atención especializada son valoradas con 6,04 puntos y las urgencias de los hospitales públicos con 6,23 puntos.
En lo alto del ranking se sitúa la atención de las ambulancias y del 112 y el 061, así como los ingresos y asistencia en hospitales públicos, con 7,42 y 7,23 puntos, respectivamente.
Los cambios
El 56,7% de la población opina que el sistema sanitario de nuestro país, en general, funciona bastante bien o bien, aunque son necesarios algunos cambios. Tras el marcado descenso de esta percepción entre 2019 (71,4%) y 2022 (57,1%), se observa ahora cierta estabilización en este indicador. Y las personas que opinan que el sistema sanitario funciona mal y necesita cambios profundos se mantiene igualmente estable, con un 14,3% en 2023, frente al 14,5% de 2022.
En este contexto, desde 2015 se viene produciendo un paulatino aumento de las personas con seguro privado debido «a la rapidez con la que atienden». Un 21,5% de las personas entrevistadas tiene seguro de manera individual y un 9,4% contratado por su empresa. Aun así, se mantiene preferencia por los centros públicos para los cuatro niveles asistenciales que se analizan: atención primaria (70%), atención especializada (57,2%), hospitalización (75,8%) y urgencias (72,5%). Muchas personas compatibilizan la asistencia pública y privada.