El único debate electoral para las elecciones gallegas del 18 de febrero al que se ha comprometido a asistir el candidato del PPdeG, Alfonso Rueda, ha dejado con nitidez dos propuestas radicalmente distintas. El actual presidente de la Xunta vendió estabilidad y propuso evitar «el barullo» de un Gobierno formado por varios partidos. La izquierda, en cambio, se conjuró para prometer abrir un tiempo nuevo y poner fin a 15 años de mandatos «sin ambición» de los conservadores.