El XVIII Festival de Música Religiosa de Canarias ofrecerá, entre el 15 de febrero y el 17 de marzo próximos, una veintena de conciertos en los templos y parroquias de siete islas con la novedad de que este año también alcanzará a los barrios.
Los espectáculos, que son todos gratuitos hasta completar aforo, y con distintos horarios, comienza con el Stabat Mater Haydn que el director artístico del festival, Gregorio Gutiérrez, definió como «una obra religiosa cumbre» del compositor austriaco Joseph Haydn, interpretada con solistas, coro y orquesta. La pieza se estrenará el 15 de febrero en la iglesia de Santo Domingo de Guzmán de la capital grancanaria para luego viajar el 17 de febrero a La Laguna y el 18 de febrero a Icod de los Vinos en Tenerife. «Haydn es de máxima importancia en la música clásica», comentó. «De hecho se puede trazar una línea Haydn-Beethoven-Mahler-Shostakovich en el tratamiento de la orquesta y el humor sarcástico y las sorpresas que encierran». Gutiérrez hizo estas declaraciones en una presentación en la que estuvo acompañado del concejal de Cultura del Ayuntamiento de Las Palmas de Gran Canaria, Adrián Santana y el concejal de Cultura del Ayuntamiento Villa de Moya, Octavio Suárez, en un acto al que también acudió el el delegado del Patrimonio Histórico de la Diócesis de Canarias y deán de la catedral de Las Palmas, José Lavandera López.
Stabat Mater Haydn será interpretada por Tania Lorenzo (soprano), Gabriel Alvarez (tenor), Anna Tobella (mezzosoprano) y Augusto Brito (barítono), junto al Coro de Cámara Mateo Guerra y la Orquesta del Festival, bajo la dirección de Gregorio Gutiérrez.
La asegunda obra, Visions de L`Amen’ se trata de una composición «poco frecuente a dos pianos», que se presentará el 23 de febrero en Moya (Gran Canaria) y el 24 y 25 de febrero, en La Laguna y en Santa Cruz de Tenerife, respectivamente. Su autor, Olivier Messiaen, «era profundamente católico» y representa claramente la tendencia de la música francesa de dar mayor importancia al color, a diferencia de los alemanes que hacen hincapié e la estructura. «Empieza con un amén de agradecimiento de todo los seres vivos sólo por el hecho de existir», aseguró. «Al que siguen otros siete con una estructura tonal que a veces se vuelve atonal», dijo.
A capella
La tercera obra, O lux beata, que interpreta el Coro de Cámara Ainur, presenta un programa de mística religiosa a capella centrándose en tres épocas diferenciadas: siglos XVI-XVII; siglo XIX y siglo XX, que ofrecen «un intenso contenido a partir de hermosas armonías y melodías que claramente se sujetan a los diversos contextos históricos». La obra se representará el 28 de febrero en Las Palmas de Gran Canaria, y los días 2 y 3 de marzo en Gáldar (Gran Canaria) y en El Paso (La Palma), respectivamente. La agrupación actuará también los días 8, 9 y 10 de marzo, en El Sauzal (Tenerife); Arrecife (Lanzarote) y Antigua (Fuerteventura), respectivamente. A continuación, el grupo Piacere dei Traversi, con su programa Éxtasis a lo divino, propone una lectura en clave femenina del Renacimiento musical español más espiritual, con Antonio de Cabezón, Tomas Luis de Victoria, Cristóbal de Morales, Francisco Guerrero, etc., mediante su contextualización con la obra de una insigne creadora del Siglo de Oro: Santa Teresa de Jesus (1515 – 1582). «Un concierto dedicado a una mujer y hecho por mujeres», dijo. Tendrá lugar los días 7, 8 y 9 de marzo en Santa Cruz de La Palma; Valverde (El Hierro) y Gran Tarajal (Fuerteventura), respectivamente.
Finalmente, las «complejas» Sonatas del Rosario, del compositor H. I. Biber, servirán de cierre con una selección de 15 virtuosas piezas de violín interpretadas por el maestro de este instrumento Andoni Mercero junto con la ensemble Musica Boscareccia, un músico «emergente, del que oiremos hablar mucho» en los próximos años. Los conciertos tendrán lugar los días 15, 16 y 17 de marzo, en Telde (Gran Canaria); Los Silos (Tenerife) y San Sebastián de La Gomera, respectivamente.
Gutiérrez destacó que el festival mantiene su compromiso de poner en valor la música religiosa en «el entorno para el que fue escrita» y contando con feligreses, parroquianos, músicos, aficionados y la ciudadanía para crear «un trabajo conjunto». El director artístico agradeció asimismo el apoyo de las administraciones ante la dificultad de sacarlo adelante.