Un lujo contar con su sabiduría y experiencia para ajustar con precisión el correcto funcionamiento de las sofisticadas y modernas infraestructuras de las que dispone el club asturiano. «En las instalaciones de Mareo, gracias a los fondos procedentes de LALIGA IMPULSO, hemos realizado una gran inversión en placas solares y todo lo que nos ha situado a la vanguardia de la sostenibilidad. También se ha invertido en la reforma de todo el edificio del primer equipo (nueva clínica, nuevo gimnasio, comedor, etc.), así como en la mejora del Femenino y el Fútbol Base, para potenciar el rendimiento de todos. Además, hemos renovado El Molinón y hemos reinaugurado la Residencia Mareo, que dos décadas después vuelve a acoger talento nacional e internacional. LALIGA IMPULSO nos ayuda a conseguir que seamos competitivos también a nivel internacional», explica David Guerra, presidente ejecutivo sportinguista.

La Directiva de la entidad asturiana busca la excelencia con ese ‘impulso’ que ha posibilitado el crecimiento del club en áreas tan vanguardistas como el del nuevo equipo de Ciencias Aplicadas al Deporte. En este novedoso departamento trabaja José Miguel García -también forma parte del cuerpo médico de la primera plantilla-, quien ha llegado esta temporada al Sporting y ya se ha convertido en una persona muy querida por los jugadores, con quienes trabaja a diario. Renunció a su antiguo puesto en el Atlas FC mexicano para iniciar esta aventura española y formarse aún más estudiando un máster de Medicina.

Si relevante en cada gol es todo el personal que está en permanente contacto con los futbolistas, también lo es quien dentro del club trabaja con la afición, un ‘jugador’ más. Un elemento diferenciador del Real Sporting de Gijón es su afición. En el desarrollo del club durante toda su historia es evidente esa vinculación, lealtad, sentimiento de pertenencia y compromiso -ya sea dentro o fuera de Asturias- que siguen teniendo. Sin los aficionados, el Sporting de Gijón no es nada”, señala con rotundidad David Guerra.

Olaya Rodríguez es la actual responsable de Ticketing y Abonados y sabe muy bien de lo que habla David ya que lleva más de 20 años en el club y conoce a la perfección sus entresijos. Olaya se ha convertido en una figura imprescindible en la relación del conjunto rojiblanco con sus abonados y aficionados. “El apoyo de los aficionados es clave. En El Molinón tenemos esa magia y los jugadores se sienten queridos. Cuando termino mi trabajo en taquilla los días de partido me dirijo al campo y me encanta esa sensación de entrar y ver a todo el mundo implicado animando al equipo”, comenta Olaya, quien acumula un sinfín de anécdotas del día a día con los aficionados y es pieza clave en ese engranaje entre club y el futbolista número 12, ese que lleva ya 118 años ‘jugando’ en el Sporting.

Mucho menos lleva Carla Álvarez, que representa a los jóvenes que se están incorporando recientemente. Es trabajadora en la tienda del club, muy sportinguista y siempre que puede viaja -como ya lo hacía antes de su contratación- a todos los desplazamientos para apoyar al equipo lejos de El Molinón. Empezar a formar parte del club está siendo una experiencia muy gratificante. En mi vida me lo hubiese esperado y estoy súper contenta”, reconoce Carla. Su conocimiento está al servicio de los aficionados en la tienda y su pasión en cada artículo sportinguista aporta colorido a las gradas que arropan al equipo.