El Valencia Basket empezó la temporada con Chris Jones, Martin Hermannson y Guillem Ferrando como bases puros, al margen de la polivalencia de un Jared Harper en la dirección, pero con el paso de los meses y a consecuencia de la lesión del islandés primero y de la llegada de Stefan Jovic después, ni Martin ni Guillem siguen y el club apostó también por el contrastado Kevin Pangos. Dos fichajes que cambiaron la composición de la plantilla en la dirección y reforzaron a un equipo que dio también un salto de calidad con la llegada de Justin Anderson el pasado mes de diciembre. Un trío de refuerzos de lujo que, sin embargo, llegaba a este martes con la incertidumbre de la continuidad de uno de ellos, ya que Justin Anderson cumple hoy los 45 días de su contrato temporal. En principio, nada que temer para Mumbrú ni para los miles de aficionados a los que ha encandilado el estadonidense, que a pesar de haber recibido otras propuestas en el mercado después de su buen rendimiento tanto en el Río Breogán como en el Valencia Basket, lo tiene todo encarrilado para seguir de taronja tras el avance de ayer en las negociaciones.