Ha habido que esperar hasta febrero para que la Diputación de Alicante apruebe su presupuesto de 2024. Es decir, dos meses más tarde que lo hiciera la Diputación de Castellón, que dio luz verde a sus cuentas el pasado 5 de diciembre, y también más de un mes después que la institución provincial de Valencia, que lo hizo el 22 de diciembre. Ambas instituciones están gobernadas por el Partido Popular, al igual que ocurre en Alicante, y en los dos casos los grupos de la izquierda, el PSPV-PSOE y Compromís, votaron en contra. El pleno alicantino para aprobar el presupuesto se celebrará este miércoles y, al igual que en las otras dos provincias de la Comunidad Valenciana, se espera que tanto socialistas como valencianistas voten en contra, después de que en la Comisión de Hacienda que se celebró la semana pasada no se alcanzara un acuerdo.
En cuanto a las cifras, el presupuesto de este año alcanza los 295,3 millones de euros, lo que supone un aumento del 4,1 % con respecto al año pasado. El equipo de gobierno ha querido poner el foco en el apoyo y la asistencia a los municipios, por lo que se destinarán 133,8 millones para ello, lo que supone un incremento del 0,69 %. Por lo que respecta al Fondo de Cooperación Municipal, proyecto inversor que fue impulsado por el Botànic, la Diputación seguirá sin sumarse. Las vicepresidentas han justificado la decisión de no adherirse en base al hecho de que el Tribunal Constitucional declara nulos dos puntos sobre la ley valenciana de este fondo. Al tiempo, han recordado que el Consell está trabajando en un nuevo modelo, cuya principal características es que será voluntario para las instituciones que decidan participar en él.
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