La vida de Lucía Martínez (Asturias) dio un giro de 180 grados a los 26 años. La avilesina, técnica superior en construcciones metálicas, sufrió un grave accidente de tráfico que hizo que le hizo perder parte de una pierna. Pero, lejos de hundirse, hizo de tripas corazón para salir adelante. Antes de la amputación no era una gran amante de los deportes; había hecho algún pinito en diferentes modalidades, pero sin llegar muy lejos. Ahora es una de las grandes referentes en la paraescalada y en su currículum cuenta con varios campeonatos de España.