El fichaje de Jon Rahm por LIV Golf, cifrado en unos 500 millones de dólares, alrededor de 463 millones de euros, causó en diciembre un terremoto al tratarse el vasco de un jugador llamado a marcar una época.
El propio Rahm se había significado como un amante de la historia y las tradiciones del golf, de ahí que su cambio a la Superliga saudí por el poder del dinero generó mucha decepción entre muchos aficionados.
Jon era el mayor reclamo posible para LIV Golf y en su debut en Mayakoba (México) quedó totalmente confirmado: Rahm (70) luchó hasta el final por el título individual (3º) y ganó por equipos como capitán de Legion XIII junto a Tyrrell Hatton (64), Caleb Surratt (67) y Kieran Vincent (69).
Rahm acabó la segunda jornada a cuatro golpes de Joaquín Niemann y dos de ventaja sobre Sergio García. Sin embargo, el líder sufrió luego dos golpes de penalización por un drop erróneo y, por tanto, Jon y Sergio empezaron ayer la jornada final más cerca de la cabeza. El castellonense entró enseguida en buena dinámica (tres birdies en sus primeros siete hoyos), todo lo contrario que Niemann y Jon, uno cometiendo bogey en el 3 y el otro en el 6.
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Todas esas variables apretaron mucho la clasificación y aumentaron la emoción en el campo. Sergio atrapó al chileno en lo alto de la tabla gracias a sus birdies en el 14 y el 15. El 14 fue funesto para Niemann, que se resbaló al golpear su segundo golpe y su visita al bunker acabó en bogey.
Rahm encadenó tres birdies consecutivos (13, 14, 15) y se puso líder junto a García, entonces ambos con un golpe de ventaja sobre Niemann y el sudafricano Dean Burmester.
Sin embargo, el vasco acabó con dos bogeys y se descolgó de la cabeza para acabar 3º a dos golpes de García (66) y Niemann (70), que debían jugarse el título en el playoff tras finalizar ambos con 201 golpes después de las tres vueltas de los torneos de LIV Golf (-12).