Desde que Compromís accedió a la Alcaldía de Ròtova, en 2019, se marcó poner en valor el Palau dels Comtes, una casa señorial del siglo XVI construida sobre las ruinas de un primer palacio arrasado durante la Guerra de las Germanías en 1521 y que durante décadas ha permanecido en desuso. Se trata de una labor ingente, inasumible sólo con recursos propios, por lo que requiere de ir captando subvenciones de otras administraciones. En 2020 se redactó el Plan Director que marca la «hoja de ruta» y prioriza las actuaciones más urgentes. 

Tras adecentar los patios interiores y eliminar elementos impropios, la última obra en la que están inmersos ahora es adecentar la fachada norte, que da a un jardín. La inversión es de 42.000 euros, de los cuales 33.600 los aporta la Generalitat y 8.400 son fondos municipales. 

La intervención busca encontrar el «ritmo de huecos de la fachada», según explica el alcalde, Jordi Puig, es decir, el conjunto de ventanas originales de la construcción del XVI que fueron cerradas con la construcción de casas modernas adosadas. El reto ha sido recomponer esa fachada, recuperando los ventanales y al mismo tiempo garantizar la estabilidad de todo el lienzo. 

La localidad, por cierto, celebrará su tradicional Porrat de Sant Macià, del 23 al 25 de febrero.