Pedro Sánchez y Carles Puigdemont han sido de nuevo los protagonistas indirectos del acto de campaña del PP de este domingo. Si el sábado los populares ya acusaron a Sánchez de querer exportar el procés a Galicia y de estar dispuestos a dar la presidencia a «un Puigdemont con otro nombre», este domingo Alberto Núñez Feijóo ha acusado al presidente del Gobierno aparcar las preocupaciones de los españoles para ocuparse solo de Puigdemont, al que se ha referido como «un señor que no quiere ser español». Además, el líder de los populares achaca a Sánchez haberse enfundado en la toga de juez al decir que el independentismo no era terrorismo.

«Si no hay delito de terrorismo, ¿por qué hay que amnistiarlos?», se ha preguntado, tras dar por hecho que el Gobierno se está «inventado un nuevo delito de terrorismo» para evitar que no haya ningún juicio contra los líderes del procés. Con esta afirmación, Feijóo se ha referido a la propuesta que puso sobre la mesa Jaume Asens tras el primer revés de la ley, y que pasaría por revertir la reforma que se hizo en 2015 de este delito y que permite a los jueces una interpretación más laxa.

Barcos de agua para Cataluña

Feijóo ha hecho estas declaraciones en un mitin en Mos (Pontevedra), en el que también se ha referido a la situación de sequía que vive Cataluña y a la propuesta de la ministra para la Transición Ecológica, Teresa Ribera, de enviar en barco agua desalinizada de Sagunto (Valencia) a Barcelona para paliar los efectos de la sequía. Feijóo ha sacado pecho de que el presidente de la Generalitat Valenciana, Carlos Mazón, también del partido popular, ha ofrecido su «predisposición» para hacer esta aportación a su comunidad vecina, pero lo ha trasladado también al terreno político. «Nos comprometemos a ayudar a los catalanes con su sequía. Ellos levantan muros, nosotros tendemos puentes«, ha deslizado en este sentido.

Las elecciones gallegas del próximo 18 de febrero son claves para su liderazgo de Feijóo dentro del PP. Por primera vez desde 2009, su nombre no se encontrará en las papeletas, pero el actual líder de los populares se juega mucho más en ellas que el propio candidato, Alfonso Rueda. Revalidar la mayoría absoluta consolidaría Feijóo como líder de la oposición, mientras que perderla, podría abrir una nueva crisis en el liderazgo del PP.