Los milagros políticos no existen y mucho menos en El Salvador. El país conocido como ‘Pulgarcito de América Latina’ no parece tener otra salvación a mano que la ofertada por Nayib Bukele: mano dura y obediencia. Es tan reconocida su eficacia punitiva que el presidente espera ser este domingo reelegido con un respaldo abrumador por los más de seis millones de ciudadanos en condiciones de votar.
A Bukele le gustan los récords. No solo en el combate contra la delincuencia. En la noche de este 4 de febrero se convertirá en el primer presidente de ese país centroamericano en extender su estancia en el Ejecutivo en su historia reciente. Continuará en el poder junto con el vicepresidente, Félix Ulloa, a pesar de que la Constitución prohíbe la reelección inmediata. El Tribunal Supremo Electoral (TSE) dirimió de un plumazo y a favor del mandatario un debate que ubicaba a la mayoría de los juristas en el bando contrario a sus aspiraciones.
Las encuestas anticipan una victoria arrasadora. La Universidad Centroamericana José Simeón Cañas (UCA), dirigida por jesuitas, le asigna al candidato del oficialista Nuevas Ideas una intención de voto del 81,9%. El sondeo de la Universidad Francisco Gavidia (UFG) le asigna una preferencia del 70,9% de los salvadoreños. Manuel ‘Chino’ Flores, del izquierdista Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional (FMLN), aparece en un segundo lugar con cuatro puntos, tan alejado del favorito que lo convierte en un convidado de piedra de una contienda controvertida.
Renovación de la Asamblea
«La lucha es para que no metan preso a nadie que piense diferente a este Gobierno, es para que podamos caminar con seguridad, pero sin miedo, sin estigmas, sin decir que usted es pobre y, por lo tanto, sospechoso», propuso Flores, sin mayores auditorios favorables. Los otros competidores, entre ellos la derechista Alianza Republicana Nacionalista (Arena), que fue determinante tras el acuerdo de paz que puso fin a la guerra civil, tres décadas atrás, se encuentran aún más lejos, en calidad de figurantes de una película con final conocido. La renovación de la Asamblea Legislativa de 60 diputados también le será favorable al presidente. Podrá gobernar sin interferencias parlamentarias. El partido que dirige su primo Xavier Zablah Bukele, se quedaría, según las proyecciones de las consultoras, con 55 de los curules.
La campaña proselitista resultó ser un simulacro de competencia en un país dominado por la enorme desigualdad social a pesar de que su economía ha crecido un 2,8% en 2023 y el paro afecta al 5% de la población. El Gobierno no solo apeló a sus controvertidos éxitos en materia de seguridad sino a la prebenda y el favor prohibidos por la Carta Magna. La revista digital ‘El Faro’, el gran dolor de cabeza mediático para Bukele, informó de que el Estado sacó a la calle a «reos en fase de confianza y empleados públicos para repartir en el interior del país cajas de productos alimenticios, papel higiénico, entre otros artículos de la canasta básica. También hay empleados públicos que están entregando arroz y fertilizantes donados por China».
Una historia de violencia
Se trata de la séptima elección desde que el FMLN y el Estado suscribieron el acuerdo que puso fin a 12 años de enfrentamiento que dejaron 75.000 muertos y 8.000 desaparecidos. El conflicto interno concluyó porque ninguna de las partes estaba en condiciones de imponerse, y mucho menos después de que comenzara a reconfigurarse un orden mundial que no obedecía a la lógica de la Guerra Fría. La paz, sin embargo, fue breve, porque aquel país arrasado y sin horizonte, en el que buena parte de su población vive gracias a las remesas que envían sus familiares –que en 2023 ascendieron a 8.181 millones de dólares– anidaba en su interior otra forma de violencia, la de las bandas de delincuentes.
La popularidad de Bukele se asienta en el control del espacio urbano, en especial las barriadas populares, y la reducción notable de la tasa de homicidios. El Gobierno las desarticuló a un coste social y económico. «El cambio en la seguridad del país tiene un lado menos conocido: el arresto de miles de inocentes y la criminalización de personas que viven en comunidades empobrecidas«, recordó ‘El Faro’.
Este tema no forma parte del debate electoral, entre otras razones porque al presidente no le interesa someterlo a discusión. De hecho, el pasado 9 de enero el Congreso de El Salvador, de amplia mayoría oficialista, aprobó la vigésima segunda ampliación de la suspensión de las garantías constitucionales, vigente desde marzo de 2022 tras una escalada de homicidios atribuido a las pandillas.
Negociaciones con un cártel mexicano
A pocos días de los comicios, ‘El Faro’ reveló que las autoridades estuvieron dispuestas a pagar un millón de dólares al cártel mexicano Jalisco Nueva Generación para que raptara al líder pandillero Élmer Canales Rivera, alias ‘Crook’, y lo entregara en una ubicación secreta, después de haberlo liberado ilegalmente en 2023. El inspector Raúl Eduardo Reyes Escuintla, jefe de la División Élite Contra el Crimen Organizado (DECO) «acudió a los bajos fondos en busca de aliados con contactos en el mundo criminal mexicano«.
Sobre la base de audios y mensajes en un teléfono en su poder, la publicación digital consignó a su vez que un integrante de la élite de la Policía Nacional Civil (PNC) «se involucró durante varios meses de 2023 en conversaciones con coyotes y un líder pandillero prófugo, al que revelaron información de inteligencia, pagaron dietas y concedieron la liberación de su hermana, a cambio de que negociara con el cártel Jalisco Nueva Generación la recaptura de Crook». ‘Alias Crook’ es uno de los 14 cabecillas históricos de la MS-13 que Estados Unidos quiere juzgar por terrorismo.
El presidente atribuyó esa información a la «bien activada la red de (George) Soros (medios y periodistas tarifados incluidos)» que salió a luz «en el cierre de la campaña electoral». Bukele no solo controla el espacio urbano sino el virtual. Esa es la garantía de su asegurada victoria.