La madre se llevó a su hijo de siete años primero desde Ciutadella, en la isla de Menorca, a la localidad de Tielmes, en Madrid, y de ahí a Bruselas. Fue en esta ciudad belga cuando la localizaron efectivos policiales de este país alertados por la Policía Nacional que la buscaba tras ser acusada por el Juzgado de Primera Instancia e Instrucción 1 de Ciutadella de un delito de sustracción parental.
Sin embargo, la mujer alegó que había escapado de su pareja, el padre del menor, tras ser víctima de violencia de género, además de que el niño supuestamente habría sufrido abusos sexuales por parte de su progenitor.
Fue el fiscal de Menores de Bélgica, tras tomar declaración a los padres, quien ordenó el 30 de enero que el niño volviera a España y quedase bajo custodia paterna. Ese fue el resultado de meses de investigación que comenzó en octubre pasado.
Las Unidades de Atención a la Familia y Mujer de la Policía Nacional activaron la red ENFAST de búsqueda de fugitivos tras recibir la reclamación del juzgado de Ciutadella. Los investigadores la buscaron en Tielmes, aunque había dejado el pueblo unos días antes. Sin embargo, detectaron por un teléfono de la mujer y por movimientos de tarjetas bancarias de su abogado, que la fugitiva podría estar con su hijo en diferentes localidades cerca de Bruselas.
Gracias a la cooperación con la Policía Federal de Bélgica se localizó a la mujer, que estaba oculta con su hijo, y mediante una comisión judicial rogatoria se instó a su detención el pasado 26 de enero.
La mujer quedó en libertad tras declarar ante los juzgados belgas que había escapado por ser víctima de violencia de género y que el padre del menor había abusado sexualmente de su hijo. Por eso, las autoridades belgas solicitaron de manera urgente una reunión por videoconferencia con las españolas y se prorrogó la orden europea de investigación.
Tras escuchar a los dos progenitores, el pasado 30 de enero, el Fiscal de Menores de Bélgica determinó restituir el menor a su padre, tal y como solicitaban las autoridades españolas. Así, el mismo día fue trasladado a España, aunque como el niño no tenía DNI, ya que la madre se deshizo del documento, la Agregaduría española en Bélgica le emitió un salvoconducto que le permitiera viajar.