El Andorra tiene un claro problema con el gol. El equipo de Sarabia juega, atrae y combina como ningún otro pero no logra inquietar la portería contraria con garantías. En Tenerife, los pirenaicos volvieron a dar una clase magistral de fútbol ofensivo pero volvieron a llevarse el premio mínimo a domicilio y se mantienen en puestos de descenso.

Sarabia repitió once tras las buenas sensaciones que dejó el equipo pese a caer ante el Elche. Y los jugadores le agradecieron la confianza, al menos durante los primeros minutos, donde se vio a un Andorra atrevido en la salida de presión que arriesgaba con valentía desde atrás ante la timidez tinerfeña.

Lee también

Sólo faltaba finalizar, la tarea pendiente de los ‘tricolor’, que tras el primer disparo de Rahmani se acularon en su propio campo. El extremo del Tenerife estaba exigiendo a ‘Petxa’ desde el costado derecho, aprovechando la altura defensiva del Andorra.

Los locales pudieron abrir la lata en varias ocasiones del primer tiempo, pero se durmieron en los laureles y Ratti lo pudo evitar sin problemas. Mientras tanto, el primer tiro a puerta del Andorra llegó al filo del descanso mediante Karrikaburu, que obligó a Soriano a estirarse.

Iván Gil sí avisó rápidamente tras el descanso, haciendo gala de su disparo de larga distancia. El Andorra había vuelto a salir enchufado, con Jandro como metrónomo dando dinamismo a los ataques. Molina tuvo otra ocasión para abrir el marcador llegando desde segunda línea, pero disparó demasiado alto.

Entraron ‘Migue’ Leal y Lobete para dar aire fresco al lado derecho. Pero con menos llegadas, los locales eran capaces de sembrar peligro, algo que sigue padeciendo el Andorra. Mellot mandó un aviso en la recta final, respondido por ‘Karrika’, que obligó a Soriano a lucirse. Los andorranos apretaron hasta el final, pero el miedo a perder se apoderó de ambos equipos y dieron el punto por bueno.