La tarta de acelga es una opción infalible y súper versátil para sumarse al mundo de la cocina saludable sin sacrificar el sabor. Se trata de una receta fácil y rápida para disfrutar de este manjar en cualquier ocasión.
¿Cómo preparar una tarta de acelga?
Las tartas en general pueden quedar muy ricas, pero la clave definitiva para elegirlas siempre es que se adaptan a múltiples situaciones de consumo. Se pueden servir calientes, acompañadas de ensaladas o frías y, como pueden guardarse en porciones, son ideales para llevar en viandas al trabajo o a la escuela.
De hecho, una vez cocida puede freezarse en porciones por tres meses. Cabe recalcar que al momento de calentar hay que hacerlo directamente sin descongelar.
Ingredientes
- un atado de acelga fresca (o dos paquetes de acelga congelada).
- 4 cucharadas de aceite.
- 1 cebolla picada.
- 200 gramos queso crema.
- 6 huevos.
- queso rallado o en hebras.
- 1 masa para tarta.
- Condimentos.
- Sal y pimienta a gusto.
Preparación
- Colocar la masa para tarta en un molde previamente enmantecado o rociado con aceite. Pincharla con un tenedor y llevarla a horno precalentado a temperatura media por unos 8 minutos (debe secarse, no dorarse).
- Lavar y cortar la acelga en tiras finas.
- Saltear la cebolla y el ajo en una sartén con un poco de aceite hasta que estén dorados.
- Agregar la acelga y cocinar hasta que se reduzca.
- En un bowl, batir los huevos.
- Incorporar el queso rallado, sal, pimienta y nuez moscada a gusto.
- Agregar la mezcla de acelga al bowl y mezcla todo.
- Colocar el relleno sobre la masa precocida, espolvorear la superficie con queso rallado y cocinarla en horno precalentado a temperatura media por 15 minutos, hasta que el relleno se vea firme y el queso se gratine.
- Antes de servirla, dejar que el relleno se enfríe un poco para que no pierda su consistencia.