MADRID, 3 (CHANCE)

Tras varios enfrentamientos e indirectas lanzados desde ambos frentes, sin olvidar la conexión telefónica que hizo Gabriela mientras Jacobo estaba en directo en plató, la idea de realizar un encuentro televisado cobraba cada vez más sentido. Y ha sido esta noche, durante la emisión de ‘¡De viernes!’, cuando hemos sido testigos del esperado cara a cara entre los hijos del torero.

A su entrada a plató, Jacobo se negaba a saludar a su hermana y se sentaba directamente en su asiento, a varios metros de ella. Lo hacía con la Cruz de la Beneficencia colgada en la solapa de su chaqueta, de un modo algo provocativo aunque él defendió que «está aquí, llevando el máximo respeto y honor por nuestro padre». A lo que su hermana respondía tajante «no mereces la Cruz de la Beneficencia de papá».

Durante la noche, se han hablado de diversos temas muy comentados anteriormente como el tema del certificado de defunción. Gabriela comentaba que «en España, Jaime Ostos sigue vivo porque no está inscrita la defunción en el Registro Civil Central», a lo que Jacobo no podía evitar reírse tras argumentar que de eso se encargó la embajada de España en Colombia.

Respecto a quién pagó la incineración, el entierro y los demás preparativos, Gabriela revelaba que no fue su hermano quien se encargó de ello, sino que aseguraba que habría sido un amigo de Jaime Ostos, el dueño de la casa de Colombia, quien habría pagado el entierro. La joven aseguraba también que Paco Carrasco se encargó de pagar parte del homenaje de Écija echándole en cara que ni él ni Mari Ángeles Grajal aportaron nada. Con resentimiento, recordaba el día que dieron la vuelta al ruedo con las cenizas de su padre y recriminaba a su hermano que «tú fuiste a dar la vuelta al ruedo con unas zapatillas de deportes, con unas tiras verdes, sin chaqueta. Un respeto, porque para tu padre. La Maestranza era un templo, y hay que tener un respeto».

También quisieron hablar del desaparecido cuadro de Picasso del que Jacobo asegura no saber nada y que «lo que me ha dicho mi madre es que hizo fotocopias de esa cuartilla y las enviaba a amigos como felicitación. Lo desconozco, te repito, de lo que no sé, no hablo y no comento». El momento menos tenso de la noche llegaba cuando un colaborador aseguraba que le habrían ofrecido al torero hasta un millón de euros, a lo que Jacobo respondía: «pues si un millón de euros no estaremos aquí discutiendo, ¿verdad Gabriela?» y su hermana no pudo evitar sonreír. Aunque después reconocía Jacobo que lo suyo habría sido hacer lotes pero reía al pensar que se podría haber hecho un sorteo como en los campeonatos de fútbol.

La hija de Consuelo Alcalá defendía que ni ella ni sus hermanos han pretendido entrar en guerra, pues eso lo podrían haber hecho por la vía legal desde el principio, sino que han preferido esperar «a la buena voluntad» pero «no ha llegado nunca». Recordaba que tan solo quieren lo que les pertenece y comentaba que «mientras que él no diga la verdad, no puede haber reencuentro». También quiso compartir que «Al final, es muy difícil. Cuando uno se considera hijo único, es muy difícil. Jacobo se ha sentido siempre hijo único. Y nosotros nunca hemos estado presentes en esa familia por parte de su madre».

Jacobo Ostos reconocía que ir a un plató de televisión a comentar que «mi padre ha dicho esto o lo otro» de algo que no es demostrable era una situación muy triste y defendía que lo suyo sería decir «tú por tu camino y yo por el mío» siempre y cuando llegaran a un acuerdo. Ese momento todavía no ha llegado, no han podido estrechar lazos, por lo que habrá que seguir esperando para conocer el desenlace.