La Policía de Palma ha detenido a un individuo, de nacionalidad española, que está acusado de un presunto delito de corrupción de menores. Este hombre guardaba en su poder material audiovisual de contenido pedófilo. Con esta detención se da por terminada la operación contra la tenencia y distribución de pornografía infantil, denominada Operación PENEV.
Esta investigación la ha realizado el Grupo de Delitos Tecnológicos y Delincuencia Económica de la Policía. Estas unidad especializada mantiene un control sobre la red de internet ante la posibilidad de que se utilice para distribuir material sexual de menores.
La Policía de Palma centró sus sospechas sobre un individuo que vivía en Palma y se solicitó la colaboración, para que se unieran a esta investigación, a la unidad central de Ciberdelincuencia y Protección al Menor de la Comisaría General de Madrid.
Los investigadores tuvieron conocimiento que a través de distintas redes de intercambio de archivos, denominada “Peer To Peer” se estaban realizando intercambios de archivos con contenido de abuso sexual infantil. Esta red se ha convertido en los últimos tiempos en el servicio de internet que los pedófilos utilizan para intercambiar, distribuir y descargar archivos de pornografía infantil.
Cualquier parte del mundo
Esta red de intercambio tiene la característica de que permite poner en contacto a usuarios en cualquier parte del mundo, a la vez que también se consigue compartir entre sus usuarios cualquier tipo de archivo, que incluye vídeos, imágenes, música, programas o documentos, según ha podido constatar la Policía.
Este grupo de investigación de la Jefatura de Palma realiza un constante ciberpatrullaje, es decir, se realiza un control constante de las redes para localizar la distribución de este material ilegal. De esta manera, los policías localizaron a un sospechoso que residía en Palma. Este usuario se estaba descargando y distribuyendo numerosos archivos de contenido pedófilo.
10.000 archivos
Los investigadores, según ha señalado la Policía, descubrieron que el sospechoso utilizaba varias conexiones, de tal manera que llegó a descargar aproximadamente unos 10.000 archivos con contenido sexual con menores. Esta actividad la habría realizado en el periodo entre el año 2017 hasta finales del pasado año.
Tras varias gestiones la Policía logró averiguar la identidad del sospechoso y también se localizó su domicilio. Los investigadores solicitaron al juzgado una orden de entrada y registro en el domicilio, que fue autorizada.
Dicho registro duró varias horas debido a la cantidad de material pornográfico que almacenaba dicho individuo. Los investigadores intervinieron en el piso cuatro ordenadores portátiles, media docena de discos duros, otra media docena de USB, mñas de 100 CD grabados, además de un ordenador de sobremesa y cuatro discos duros.
El detenido había borrado la mayoría de los archivos. Aún así se pudo constatar que el hombre había tenido acceso a 9.241 archivos. Esta cifra de archivos es de la más alta que se ha localizado por parte de este grupo de la Policía. En este material había fotos y vídeos pornográficos. De ellos, 3.178 se consideran “graves” y otros 2.402 están catalogados como sadomasoquismo, dentro del contexto de la pornografía infantil.
Con todas las pruebas intervenidas la Policía procedió a la detención del propietario de este material, que está acusado de un delito de corrupción de menores por distribuir pornografía infantil.