En la historia del atletismo hay días y marcas que permanecen en la memoria de todos, y una de ellas es la que protagonizó el atleta estadounidense Bob Beamon en la prueba de salto de longitud en el Estadio Olímpico Universitario de la Ciudad de México en los Juegos Olímpicos de México de 1968 el 18 de octubre. Beamon saltó como los ángeles hasta obtener un registro de 8,90 metros, mejorando en 55 centímetros la marca anterior. Un récord que perduró a lo largo de 22 años, diez meses y 22 días, hasta que su registro fue superado por Mike Powell en el Mundial de Tokio de 1991. Powell saltó hasta los 8,95 metros.
Un récord olímpico que todavía sigue vigente 56 años después y cuyo recuerdo Beamon tiene muy fresco. «Ese día, todo fue perfecto para mí. El viento era perfecto. El clima era perfecto cuando salté. Llovió inmediatamente después».
Ese día, todo fue perfecto para mí. El viento era perfecto. El clima era perfecto cuando salté. Llovió inmediatamente después
Durante todos estos años, Robert ‘Bob’ Beamon ha poseído y mostrado con orgullo la medalla de oro de campeón olímpico en México’68, hasta que llegó un día en el que pensó que ya era el momento de desprenderse de ella y, como él mismo señalaba a AFP, «ya la he disfrutado mucho. Es la hora de dársela a alguien que la valore. Es hora de lo que lo transmita».
Beamon pensó en subastar la medalla de oro y para ello nada mejor que la prestigiosa casa de subastas Christie’s. Los expertos habían valorado esta medalla entre 400.000 y 600.000 dólares y finalmente el precio ha sido ‘sólo’ de 441.000 dólares.
Ya la he disfrutado mucho. Es la hora de dársela a alguien que la valore. Es hora de lo que lo transmita
Tras la subasta, el propio Beamon, a sus 77 años, realizaba la siguiente declaración: «Fue una forma excelente de exhibir la medalla, pero también de preservar su memoria», espero que el poseedor ahora de la medalla «entienda la importancia de la hazaña atlética».
La casa de subastas Christie’s se negó a revelar el nombre del comprador de la histórica medalla de oro del salto de longitud de México’86, momento que Beamon resumen con estas palabras: «Para mí sorpresa no fue sólo un salto, fue un momento extraordinario en la historia”.
Beamon, en 2009, durante una visita a México DF, colocándose la medalla que este jueves ha sidfo subastada
Nacido en Queens, Nueva York, Robert Beamon tenía menos de un año cuando su madre murió de tuberculosis, y nunca conoció a su padre y más allá del atletismo siempre tuvo y tiene una gran pasión por la música. «Mi suerte es que he grabado un disco con un grupo de jazz, funk y hip-hop llamado Stix Bones and the Bone Squad. Y me lo estoy pasando muy bien con él». Título del álbum: «Olimpik Soul«. No podía ser otro.
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