El Riksbank mantiene los tipos de interés en el 4% y apunta a una política más flexible

«Después de un periodo más largo en el que la inflación fue significativamente mayor de lo esperado, recientemente la inflación ha caído en línea con las previsiones del Riksbank. Esto crea una mayor seguridad en la evaluación de la inflación. La actividad de la economía sueca se ha moderado y la inflación ha caído significativamente», ha añadido la institución monetaria.

Además, ha subrayado que las expectativas de inflación están cerca del objetivo del 2% y los salarios están aumentando a un ritmo moderado. Por lo tanto, ve probable «que la tasa oficial pueda reducirse antes de lo indicado en el pronóstico de noviembre. Si las perspectivas de inflación siguen siendo favorables, no está descartado que la tasa de política podría reducirse durante el primer semestre de este año«.

En este sentido, existen condiciones para una inflación baja y estable. Pero el comité ejecutivo también estima que existen riesgos que podrían provocar un nuevo aumento de la inflación, por ejemplo, nuevas perturbaciones en el suministro debido a los disturbios geopolíticos, que el comportamiento de los precios de las empresas aún no se haya normalizado o que la corona vuelva a debilitarse bruscamente.

Por ello, «la política monetaria debe ajustarse con cautela para garantizar que la inflación se estabilice permanentemente en torno a la meta. La nueva información y la forma en que se considera que afecta las perspectivas económicas y de inflación son decisivas para el diseño de la política monetaria», ha matizado.

Como parte de la normalización del balance del Riksbank, el Comité Ejecutivo también ha optado por aumentar las ventas de bonos gubernamentales nominales de 4.200 millones de coronas suecas a 5.700 millones de coronas mensuales a partir de febrero de este año. En total, el volumen de ventas aumenta de 5 a 6.500 millones de coronas mensuales.