El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, se dispone a firmar este jueves una orden ejecutiva por la que impondrá nuevas sanciones a los colonos israelíes involucrados en ataques violentos contra palestinos, según han adelantado este jueves los portales Politico y Axios citando fuentes gubernamentales anónimas. La orden, que no tiene precedentes, deja la puerta abierta a incluir en las sanciones a políticos de Israel y cargos del Gobierno vinculados a esa violencia.
De momento, según lo avanzado por los citados medios, la orden incluye a cuatro colonos directamente involucrados en ataques y actos sistemáticos que forzaron el desplazamiento de comunidades. Sus bienes y cuentas bancarias en EEUU serán congelados y nadie podrá transferirles fondos o negociar con ellos a través del sistema financiero estadounidense.
Extiende además la posibilidad de sancionar a líderes o cargos del Gobierno involucrados de forma directa o indirecta en los ataques. Inicialmente, según las informaciones publicadas, se consideró incluir en la lista de sancionados a los ministros ultranacionalistas Itamar Ben-Gvir y Bezalel Smotrich, pero de momento se les ha dejado fuera de las sanciones.
La orden, igualmente, permitirá sancionar más adelante a más individuos que hayan participado en actos o amenazas de violencia o de terrorismo contra civiles palestinos, hayan intimidado a esos civiles forzándoles a abandonar sus hogares o se hayan incautado o hayan destruido propiedades. También se podría sancionar a individuos que dan financiación, asistencia o apoyo a los colonos en su violencia.
Un problema que se agrava
Según la Oficina de Asuntos Humanitarios de la ONU (OCHA) desde los atentados de Hamás en Israel el 7 de octubre y conforme Israel empezó su agresiva respuesta militar en Gaza se han producido cerca de 500 ataques a palestinos en Cisjordania por parte de colonos (en la mitad de los cuales el Ejército israelí participó o ayudó). Los últimos datos de la OCHA, del miércoles, hablan de al menos ocho personas asesinadas, incluyendo un niño, y más de 115 heridos a manos de colonos (de un total de 370 muertos, incluyendo 94 niños, y casi 4.400 heridos).
Esa violencia de los colonos en Cisjordania siempre ha sido objeto de denuncia por parte de Biden y de su Administración, pero normalmente se ha tratado solo de críticas o peticiones de intervención retóricas al Gobierno israelí. Tras la intensificación de los ataques desde el 7 de octubre el demócrata ha abordado la cuestión directamente tanto en público como en privado con el primer ministro israelí, Binyamín Netanyahu. Este jueves por la mañana, según Axios, su Gobierno notificó al israelí sobre la medida, y según Politico ya el miércoles altos cargos de la Casa Blanca informaron de los detalles a Ron Dermer, un cercano aliado a Netanyahu, durante una visita a Washington.
La imposición de sanciones a los colonos, que llega después de cinco rondas de sanciones contra líderes y operativos de Hamás, es un paso significativo por parte de Biden, que cada vez está bajo más presión interna dentro de EEUU por mantener su apoyo inquebrantable a la agresiva acción militar de Israel en Gaza, que ha causado ya más de 25.000 muertos y ha desatado una crisis humanitaria.
Este jueves, el presidente viaja justo a Michigan, un estado bisagra que será determinante en las elecciones presidenciales y donde más peso tiene la comunidad árabe-estadounidense, furiosa e indignada con la postura de Biden.
Ya en noviembre Biden ordenó a sus secretarios de Estado y del Tesoro que prepararan posibles sanciones contra individuos y entidades involucrados en los ataques a palestinos en Cisjordania. Semanas después, Antony Blinken, el jefe de su diplomacia, impuso prohibiciones de visados a varias docenas de colonos.
El Gobierno de Biden afirma que la violencia de los colonos no solo representa una amenaza para la seguridad en Cisjordania y en toda la región sino que también mina objetivos de política exterior de EEUU, especialmente la apuesta por la solución de dos estados.