Desde hace unas semanas la empresa Worldcoin ha instalado en un importante centro comercial de Bilbao un sistema para escanear el iris de quien se preste a ello, sobre todo jóvenes, a cambio de una cantidad de dinero de en torno a 20 euros en criptomonedas.
Práctica peligrosa
El asunto no es baladí pues diferentes organismos ya han advertido de los peligros de esta práctica cuya legalidad además va a analizar ahora la Agencia Española de Protección de Datos que, tal y como ha confirmado COPE Euskadi, ha recibido ahora la primera demanda contra la empresa que recolecta estos datos biométricos
Primera denuncia
En concreto el organismo que vela por la protección de los datos en España se encuentra ahora en fase de análisis de la demanda antes de decidir qué hacer al respecto, ya que es de las primeras demandas de este tipo como explican por ejemplo desde la Guardia Civil, en donde no les constan de momento denuncias con la recolección de datos personales como puede ser el iris en este caso.
Eso sí, la propia Guardia Civil ya advierte de la información personal que compartimos en redes y en internet en general porque puede dar pie a que sea usada de forma fraudulenta y recuerda el impresionante aumento de los delitos en internet ante los que ofrece una serie de consejos.
Información «única» a través del iris
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Uno de esos datos o informaciones personales que compartimos, o incluso vendemos en este caso es esa imagen de nuestros iris que presenta una serie de características únicas en cada individuo.
Es decir, identifican de una manera inequívoca a una persona, y darlo alegrementee muy peligroso como explica la experta en comunicación digital de la Unversidad de Deusto Lorena Fernández.
Además Fernandez recordaba en La Tarde de COPE que el peligro no sería tanto el vender esa información, aunque tampoco se sabe lo que va a hacer la empresa con ella, como que luego los ciberdelincuentes puedan hacerse con esos datos.
De momento la empresa sigue con su actividad hasta que la agencia española de datos decida sobre la denuncia, pero la propia agencia vasca de protección de datos a pesar de no ser competente ya alerta de los peligros de estas prácticas y subraya por ejemplo que los usuarios deben ser informados previamente y con claridad de quién es el responsable o el objetivo de la recopilación de datos, algo que no se está haciendo.