El primer ministro de Hungría, Viktor Orbán, se ha ofrecido este martes a levantar su veto a la ayuda financiera de la UE a Ucrania pero si esta no se introduce de forma fija dentro de una revisión del marco financiero para los próximos cuatro años, sino que se revisa de manera anual, de tal forma que los países del bloque puedan decidir «si seguir enviando dinero o no» cada doce meses.

El plan inicial de Bruselas pasa por revisar el marco de 2024-2027 para aprobar una ayuda de 50.000 millones de euros, pero Budapest mantiene bloqueado el consenso a Veintisiete por su recelo a modificar el presupuesto común y a fijarse objetivos a largo plazo.

En vísperas del arranque de una cumbre de líderes donde éste será uno de los principales puntos en la agenda, Orbán ha reiterado en declaraciones al periódico francés ‘Le Point’ que sigue sin ver tanto la enmienda presupuestaria como que, de una sola vez, la UE prometa «una cantidad enorme».

«Hungría está dispuesta a participar en la solución a Veintisiete si se garantiza que decidiremos cada año si seguimos enviando el dinero o no», ha resumido el mandatario húngaro, que ha recordado que estas hipotéticas revisiones deben ser igualmente «unánimes» y, por tanto, necesitarán cada año del visto bueno de Budapest, según declaraciones difundidas por su Gobierno.

Orbán ha lamentado que «algunos países» interpreten esta propuesta como una puerta abierta a un «chantaje» anual, teniendo en cuenta además que es precisamente el Gobierno húngaro el que ha acusado de manera a reiterada de excederse en sus presiones, por ejemplo condicionando el desembolso de fondos europeos.

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