La semana pasada, se organizó la enésima bronca en redes sociales a consecuencia de la actualidad de Podemos. La salida de Lilith Verstrynge del partido fue comentada por numerosos periodistas, entre ellos, el redactor de La Vanguardia, Pedro Vallín, que mencionó los pocos dirigentes que quedan ya dentro del partido.
A raíz de esta noticia, desde los círculos digitales de Podemos se comenzó una campaña contra este periodista y su medio de comunicación. En sus perfiles de redes sociales, multitud de cuentas anunciaron que bloqueaban el perfil en X (anteriormente Twitter) de La Vanguardia, para no acceder más a este periódico, a parte de dedicar insultos al redactor.
No es la primera vez que hay un encontronazo contra Pedro Vallín o algún periodista de su perfil. Desde hace meses, hay multitud de comentarios contra firmas como Antonio Maestre, Ana Pastor o Ignacio Escolar.
De hecho, en octubre de este año, Confidencial Digital publicó que medios como La Sexta, eldiario.es e InfoLibre habían decidido no responder a los ataques expresos de Pablo Iglesias. Consideraban que el ex líder de Podemos “busca una respuesta” con su campaña de desprestigio para lograr que Canal Red tenga una mayor relevancia.
Sin embargo, en este caso, se dio un paso más allá. En los comentarios citados se ha pedido el despido de Pedro Vallín de La Vanguardia, diario en el que lleva trabajando los últimos catorce años.
Reacciones dentro de La Vanguardia
ECD ha consultado con fuentes de La Vanguardia si esta campaña ha tenido algún efecto en el tráfico de la web o en la redacción del medio catalán. Según señalan fuentes directivas del grupo Godó, “no han notado” nada.
A su modo de ver, los usuarios que supuestamente les bloquean “ya no son lectores o suscriptores”. O nunca lo han sido. Eso explicaría, añaden, que no se haya registrado caída en el tráfico. Es más, les han llegado algunos mensajes de que por movimientos de este tipo algunos lectores les han manifestado su solidaridad, afirmando que “se van a suscribir”.
Desde la redacción señalan que “la campaña habla por sí misma”. Hay que recordar, explican, que Pedro Vallín lleva tiempo sin escribir “información parlamentaria”, algo que había pedido hacía meses.