La Reserva Federal (Fed) de Estados Unidos celebra entre este martes y este miércoles un nuevo cónclave monetario para el que los analistas descuentan una continuidad de la pausa en los tipos de interés, aunque la atención del mercado está centrada en la llegada de los primeros recortes, por lo que cada palabra del titular del organismo, Jerome Powell, será analizada en detalle en busca de alguna pista.
En este sentido, los analistas de TD Securities ven «probable» que el banco central «pida paciencia respecto de las próximas medidas políticas«. Además, creen que «los mercados podrían tener dificultades para vender significativamente si Powell insinúa los próximos pasos para el endurecimiento cuantitativo y continúa dando señales de confianza en que la inflación se está desacelerando».
«Si bien la Reserva Federal ha adelantado los próximos recortes, es posible que desee ver más pruebas de que la inflación se está desacelerando antes de apretar el gatillo«, destacan.
De esta manera, juzgan «poco probable que la Reserva Federal señale un cronograma para los recortes«, especialmente después de «la reciente solidez de los datos» de la economía estadounidense, que hace que los analistas se replanteen si el comportamiento del país «volverá a ser excepcional como el verano pasado».
«Creemos que no, ya que una combinación de buenos datos y baja inflación sigue siendo una situación en la que la Reserva Federal recorta las tasas para evitar un mayor ajuste real. Los ciclos históricos de recortes de la Reserva Federal van acompañados de una intensificación alcista y debilidad del dólar. Subrayamos que a principios de esta semana se estaban dando las condiciones para debilitar al dólar», agregan
«NO ESPERAMOS EL PRIMER RECORTE ANTES DE JUNIO»
Los analistas de Rabobank esperan una «desaceleración del crecimiento económico» acompañado de una «recesión superficial» a lo largo del año, aunque «el impulso económico en el cuarto trimestre de 2023 y la revisión a la baja de los datos de desempleo» han hecho que retrase su previsión sobre la llegada de la contracción económica.
«Es posible que tengamos que cambiar nuestro pronóstico hacia una recesión algo más tarde en 2024 en lugar del primer y segundo trimestre. Esto también hace que sea menos probable que el FOMC opte por recortes de tipos anticipados. Por lo tanto, todavía no esperamos el primer recorte de tipos antes de junio«, aseguran.
Además, recuerdan que «las actas de la reunión del 12 y 13 de diciembre tampoco sugieren que los recortes de tipos sean inminentes«, por lo que siguen apostando por junio como mes de inicio de la flexibilización monetaria al otro lado del Atlántico.
«Una vez iniciado, esperamos que la Reserva Federal continúe con un recorte de 25 pb por trimestre. En nuestras previsiones esto implicaría septiembre y diciembre, lo que elevaría el total a 3 en 2024. La gravedad de la recesión que aún esperamos que se produzca debido a los efectos retardados del ciclo de alzas podría obligar al FOMC a recortar más de 75 puntos básicos este año», anticipan.
Sin embargo, también señalan riesgos que pueden complicar este pronóstico, como las «amenazas a las cadenas de suministro», que «siguen siendo un riesgo al alza para la inflación y podrían mantener a la Reserva Federal en espera incluso más tiempo del esperado».
SE ESPERAN POCOS CAMBIOS EN LA COMUNICACIÓN
Los analistas de Oxford Economics creen que «el Comité Federal de Mercado Abierto reconocerá la fortaleza de la economía y su progreso en controlar la inflación al concluir su reunión de enero», aunque descartan que introduzca algún elemento en su declaración que justifique un cambio en su pronóstico de que el primer recorte de tipos se producirá en mayo y que habrá otros dos a lo largo del curso.
«Si la Reserva Federal fuera a recortar en marzo, lo indicaría en la próxima reunión, pero creemos que las probabilidades de que esto ocurra son bajas porque quiere más evidencia de que el crecimiento de los salarios nominales se está desacelerando y las presiones desinflacionarias se están intensificando en los servicios básicos, excluida la vivienda», aseguran.
En términos anualizados a tres y seis meses, la inflación subyacente está ahora por debajo del objetivo del 2% del banco central, y este «ha señalado que recortaría las tasas de interés antes de que la inflación cayera a su objetivo del 2%».
De esta manera, consideran que «la declaración posterior a la reunión no indicará cuándo espera realizar recortes, pero probablemente será necesario eliminar la ‘afirmación adicional de la política’ porque la inflación se está moviendo claramente hacia la meta del banco central».
Sin embargo, descartan que haga referencia «al aumento de las tarifas de envío debido a las perturbaciones del comercio marítimo» que están teniendo lugar en el Mar Rojo, ya que todavía existe incertidumbre «sobre la magnitud y el momento en que afectará los precios de los bienes básicos de Estados Unidos».
«La Reserva Federal es consciente del posible riesgo al alza para la inflación a corto plazo debido a las perturbaciones en el comercio marítimo mundial, pero sigue habiendo considerable incertidumbre sobre cuán significativo será el aumento, específicamente para la inflación subyacente de bienes«, concluyen.