MADRID, 31 (CHANCE)

A nadie sorprende que entre la diseñadora y la colaboradora no hay buena relación, pero tras varios enfrentamientos en la casa, Ion Aramendi les llamaba la atención y les separaba del grupo para tratar las tensiones creadas en los últimos días para evitar que el conflicto siguiera amplificándose.

Rescatando imágenes del confesionario, la que fuera mujer de José Ortega Cano defendía que su compañera de reality «está acostumbrada a disparar y yo no estoy tan acostumbrada», comentando que ella tiene una carrera de veinticinco años en televisión «ha cumplido las bodas de plata aquí en la tele» decía mientras se desahogaba.

Cara a cara, Marta López le pedía a Ana María que le contara los motivos de su enemistad para entender la situación. Evitando su mirada, la diseñadora adoptaba una pose reflexiva mientras contaba: «esto viene de mucho tiempo atrás, lo que pasa que yo por mi propio bienestar, yo he ido desechando cosas que me han hecho daño». Defendiendo que «salto, claro, porque yo ya no soy la de antes y es cierto que yo vengo sola». A todo esto, Ion Aramendi pedía a Marta que dijera si le cae bien Ana María, a lo que ella respondía que es un «personaje» al que ha tratado en los programas en los que ha colaborado y comentaba cómo se había sentido juzgada por su trabajo en los platós, defendiendo que tiene derecho a vivir el concurso como el resto, sin pensar que todo lo hace por su trabajo.

Antes de terminar la conexión con ellas dos, Ana María aprovechaba para mostrar su enfado porque sentía que a Marta sí le habían avisado de que ella estaría en el concurso pero, sin embargo, a ella nadie le avisó de su presencia. Rápidamente aclaraba que eso no habría cambiado la decisión de participar en el concurso pero le habría gustado saber con quién coincidiría en la casa.