Nos habéis hecho felices”, “Estamos muy orgullosos”, son algunos de los mensajes que los jugadores de Palestina recibieron tras clasificarse para los octavos de final de la Copa Asia por primera vez en su historia. Palabras que son aún más trascendentes teniendo en cuenta que quiénes las pronuncian lo hacen bajo el ensordecedor sonido de los bombardeos y las masacres diarias. Y es que el fútbol lleva años demostrando que es mucho más que un deporte. Once personas que para muchos ‘solo’ dan patadas a un balón, están consiguiendo que familias que viven un tembloroso infierno tengan un motivo para esbozar una sonrisa. 

“Pequeños superhéroes”, así hace sentir el pueblo palestino a los jugadores de su selección: “Cada partido que ganamos, cada gol que metemos es una manera de que sigan hablando de nuestro país, no sé ni cómo describirlo”, explica, con la voz entrecortada, Yaser Hamed, futbolista de la selección Palestina. El defensa atiende a El Periódico de España, del Grupo Prensa Ibérica, tras una reunión inesperada del equipo, “Suelen convocarnos de la nada y más antes de un partido tan importante, nos estamos jugando mucho”, dice. Se refiere al encuentro de este lunes en el que se enfrentan a Qatar, selección que defiende el título y a la que están convencidos de poder ganar para meterse en cuartos.

¿Su punto fuerte?: «Jugamos con el corazón, nos dejamos el alma en cada jugada. Tenemos resiliencia porque estamos representando a familias que han perdido a sus seres queridos. Cuando hay vidas en juego y ves que a pesar de todo están pendientes de lo que hacemos porque son muy aficionados al fútbol ¿Cómo no vamos a dejarnos la piel? Te das cuentas de que estás aquí preocupado por una “tontería”, porque dentro de lo importantísimo y lo especial que es cada partido, la verdadera batalla la están jugando ellos. Y dices ‘ostras’ podemos hacer felices a personas que han perdido todo, qué mínimo que meter la cabeza, las piernas y dejarnos la piel en el césped».

El Athletic le dio «la mejor formación»

Yasser Hamed nació en Bilbao. De padre palestino, que abandonó la Franja de Gaza para cursar medicina en España y madre española, el jugador pasó toda su infancia en Leioa, un pueblo cerca de la capital donde empezó a dar sus primeros pases. El Athletic Club pronto puso su particular lupa en busca del talento vasco sobre él y se incorporó a su cantera.

Allí, coincidió con una generación de jugadores a los que auguraba un futuro prometedor, de los que guarda «buenos recuerdos y mucho cariño», pues el central compartió vestuario con futbolistas asentadísimos en nuestra liga como Unai SimónVillalibre o Unai Núñez. «La formación que recibes cuando eres un niño marca tu carrera y ellos me dieron la mejor. Todo ese aprendizaje se lo debo a ellos«.

Yaser Hamed, futbolista de la selección de Palestina. INSTAGRAM @YASERHAMED_3


Sin embargo, Yaser es un «aventurero empedernido», y dijo adiós a España en 2020 para consolidarse como uno de los futbolistas mejor valorados en Oriente Medio. «Suelo firmar contratos cortos porque siempre confío en mí mismo e intento mejorar cada año las condiciones, siempre he ido recibiendo ofertas y por eso me he ido moviendo tanto». Su primer destino en esta especie de gira vital oriental fue el Busaiteen Club, en Baréin.

De ahí, un año al Al-Masry en Egipto, otro en el Al-Rayyan Sports en Qatar, después viajo a Kuwait, donde no tardó en hacer las maletas y meses después aterrizó en India. Ahora acaba de firmar un contrato con uno de los mejores equipos de Oriente Medio: «Se hará público en unos días«. A sus 26 años, de momento no se ve asentado en ningún club: «Rescindí mi contrato en India porque no estaba feliz. Alomejor llega un sitio en el que digo ‘quiero estar aquí varios años’, pero de momento aún no ha pasado. Voy de aventura en aventura».

De «pensar que era una broma» al horror para entrar en Palestina

Yaser, que combinaba el fútbol con su Grado en Ingeniería Química, estaba estudiando cuando recibió un mensaje del seleccionador palestino por Facebook. «Sabía que existía la posibilidad de que me llamaran, pero no lo contemplaba ni de lejos porque no sabía si sabían de mí o no. Entonces, cuando me escribió pensé que era una bromaMe quedé en ‘shock’ y no estudié más, claro», recuerda el futbolista.

La conversación con el jugador, que está salpicada de anécdotas y recuerdos, cambia de un tono alegre y nostálgico a una voz llena de miedo cuando rememora como fue su primera convocatoria con la selección de Palestina, grabada en su mente desde aquel 2019. Por una parte, fue «como cualquier futbolista hubiera soñado» porque en su debut marcó el gol de la victoria ante Yemen, en el Campeonato de WAFF. Por otra, el jugador se adentró en la que no esperaba que fuera la aventura más costosa de su vida: conseguir el visado para entrar en Palestina. «Era la primera vez que entraba al país y fue una locura», explica.

La selección de Palestina antes del partido contra Irán de la fase de grupos de la Copa Asia. INSTAGRAM @YOUSIFALRASHIDI


La familia de su padre se lo había contado, pero él «nunca había viajado a un país árabe» y no llegó a imaginarse el horror que viviría. «Me cuesta hablar de esto. Me tuvieron retenido 7 horas, te cogen el móvil, te lo revisan y te hacen muchas preguntas que prefiero no decir porque son muy duras y no quiero meterme en problemas. Te meten mucha presión y te sacan toda la información posible para asegurarse que no eres una amenaza para el país. Yo eso no lo había vivido nunca. Imagínate, en un cuarto a solas, la primera vez que viajaba a un país árabe, pasé mucho miedo y me sucedieron cosas que no puedo contar, pero que nunca olvidaré. Gracias a dios quedó todo en una anécdota y las siguientes veces fue más fácil entrar», relata el jugador.

«Tenemos motivos para soñar en grande»

Después de conseguir la clasificación para octavos de final, el equipo «está más tranquilo y siente menos presión, porque el objetivo principal era pasar de grupo«. Todo el vestuario está listo, deseando que el balón empiece a rodar este lunes (17:00) y con el sueño de seguir agrandando su gesta. La victoria de los de Makram Daboub a Hong Kong (0-3) fue la primera desde marzo de 2023 (ante Bahréin) y los cuatro puntos en la fase de grupos los han colocado como uno de los cuatro mejores terceros en el torneo continental.

Incluso se ha quedado a apenas un gol de superar a Emiratos Árabes (también con cuatro puntos) y clasificar como segunda. Finalmente, lo ha hecho como tercera. Enfrente tienen a Qatar, una de las mejores selecciones del campeonato, que además es anfitriona y vigente campeona. Aunque es algo que no les asusta. De hecho, ya piensan en su rival en cuartos: «Veo al equipo motivado porque si pasamos esta ronda la siguiente será más fácil contra Uzbeikistán o Tailandia. Así que si ganamos a Qatar, en la siguiente ronda tenemos motivos para soñar en grande«.

La selección de Palestina en un partido de clasificación para la Copa Asia. INSTAGRAM @FIFAPALESTINE


Las razoness para creer afloran día a día en un vestuario donde se agarran a su buen juego y sus antecedentes en la competición. «Sabemos que Qatar es la actual campeona, pero nos vemos capaces de ganarles. En un partido puede pasar cualquier cosa, ya nos pasó contra Emiratos Árabes que es una selección de mucho nivel y con la expulsión de un jugador de su equipo tuvimos muchísimas ocasiones, además fallamos un penalti y acabamos empatando (1-1) pero convencidos de que podía haber sido un 3-1 o un 4-1 de no ser por esos pequeños detalles. Al final son 90 minutos, conocemos sus debilidades e intentaremos atacarles por ahí«, asegura Yaser Hamed.

Los pies en el césped y la mente en Gaza

En unas horas, los aficionados palestinos dejarán a un lado el horror en el que andan sumergidos para ver jugar a su selección. «Si supieras la de miles de mensajes que recibimos desde la Franja de Gaza antes de cada partido, es indescriptible. Nuestro punto fuerte es que somos una familia, un grupo muy humano y unido que nos conocemos desde hace muchísimos años y nos ayudamos los unos a los otros porque hay compañeros que viven situaciones que son difíciles de explicar, por eso te digo que nos dejamos el alma por devolverle el cariño al pueblo palestino«. A ellos les dedican todas sus celebraciones, con esa particular ‘V’ , que se refiere a victoria y que «es un signo de libertad para los palestinos». No pueden evitar sentirse responsables de lo que está pasando en su país y es por eso que afloran de sus entrañas esas ganas «de seguir haciendo historia y de que llegue ya el partido para hacer felices a todos los palestinos«.

“Palestina está aquí, vamos a alzar la voz por nuestro pueblo”, es lo que pasa por la cabeza de los jugadores antes del pitido inicial del árbitro en cada partido. Porque sí, lo saben, se lo llevan repitiendo desde que consiguieron la clasificación, Qatar juega con 12, en casa y con su público. Pero Palestina juega con sus miles de habitantes resonando dentro de ellos. Los que están y los que no. Porque la población palestina les ha colgado esa capa de «superhéroes» y hacen a Yaser Hamed «sentirse orgulloso por defender el país de origen de su familia paterna«. Porque, en realidad, este es un «partido secundario». El principal lo están sufriendo a cientos de kilómetros sus familias.