En la semana en la que comienza oficialmente la campaña electoral en Galicia, Alberto Núñez Feijóo insiste en que en estas elecciones se decidirá el gobierno autonómico “y algo más”. El líder del PP siempre pensó en nacionalizar esa campaña, incluso antes de que fueran convocadas, convencido de que será la primera oportunidad para que los ciudadanos rechacen los pactos de Pedro Sánchez y los independentistas catalanes.
Y lo volvió a dejar claro este lunes: “Los gallegos decidirán entre dos maneras de entender las responsabilidades públicas. La que multiplica las dificultades como vienen sufriendo los catalanes desde que se inició el procés o la que resuelve. El Gobierno de España ha elegido la primera opción y la ha extendido a toda la nación por su conveniencia”, aseguró en un desayuno organizado por ‘La Razón’ con el presidente de la Xunta que opta a la reelección, Alfonso Rueda.
Feijóo puso en valor la “confianza” y la “credibilidad” de su sucesor frente a un Gobierno “en el que los españoles ya no creen” porque “solo promueve la división por sus intereses” y que “responde a los problemas con más problemas”. Las comparaciones entre el Ejecutivo de Sánchez y el de Cataluña fueron constantes y en esa variable introdujo también al Bloque Nacionalista Galego (BNG), el gran rival en estos comicios.
“Hay gobiernos autonómicos que han sido pioneros en la fractura y partidos como el BNG quieren seguirles. Quieren trasladar el modelo de la fractura a Galicia como lo ha hecho PSOE en España”, zanjó el líder popular, con un mensaje inequívoco de cerrar filas en torno a las siglas populares alentando el miedo, una vez más, de que la mayoría absoluta esté en riesgo. Feijóo insiste en ese mensaje desde hace dos semanas y en algunas ocasiones demostrando una claridad total al poner nombre a los escaños que podrían estar en riesgo.
Por eso los ataques a Vox se suceden. En el PP dan por imposible que el partido de Santiago Abascal pueda tener representación en el Parlamento gallego porque no alcanzará el 5% del voto. Pero al mismo tiempo teme que las papeletas que consiga recabar acabe impidiendo que el PP se haga con un escaño decisivo.
Por eso, el mensaje nacional cobra tanta fuerza. Feijóo pidió que la política nacional “se parezca más a la gallega” y no optar por llevar a Galicia “todo lo que no le hace ningún bien a ningún español piense lo que piensa o sienta lo que sienta”. Esa frase la repitió en gallego para defender el “bilingüismo cordial” en su comunidad. Pero también la eligió por el contenido de las palabras.
Y se preguntó: “¿En qué beneficia a alguien que se eliminen o suavicen los delitos de corrupción o malversación? ¿O rebajar el listón del terrorismo?”, recalcó. “Sin embargo, la política que no necesita el engaño, la que une, la que está a lo que tiene que estar, sí beneficia al ciudadano”, remató, para poner en valor algunas cuestiones como las políticas de conciliación o la educación infantil gratuita en su comunidad.
Ley de amnistía
El líder conservador remarcó que mañana el pleno del Congreso aprobará la primera ley de la legislatura, “la misma ley que les ha permitido estar en el Gobierno después de perder las elecciones”. Y cargó duramente contra Sánchez con mensajes similares a los que empleó en la manifestación de este domingo en la Plaza de España de Madrid: “Sus prioridades son ellos mismos. Han ignorado sus propios compromisos, sus palabras y la igualdad de los españoles. Han ignorado los principios constitucionales. Pero los españoles no vamos a ignorarlo. Este país funcionará mejor si la política no se encierra en subastas privadas en Ginebra o Waterloo”, zanjó, mirando de nuevo a los pactos entre PSOE y Junts.