El Gobierno prepara cambios sustanciales en el programa milmillonario de ayudas con fondos europeos a las pymes para impulsar su digitalización. El Ejecutivo ultima nuevas convocatorias del denomiado ‘Kit digital’ para el reparto de subvenciones en las que se permitirá participar por primera vez a empresas de mayor tamaño y para financiar programas específicos ligados a la aplicación de la inteligencia artificial en las operaciones de las compañías, según ha desvelado el ministro para la Transformación Digital, José Luis Escrivá, en el Congreso de los Diputados.
El Ministerio ha decidido que al menos una de las próximas convocatorias de nuevas ayudas estará específicamente destinada a compañías de entre 50 y 250 empleados -lo que se considerarían ya empresas medianas dentro del grupo de pymes- y para proyectos de uso de inteligencia artificial. Hasta ahora todas las convocatorias se habían diseñado para repartir ayudas a microempresas de entre 0 y 3 empleados y para pequeñas compañías de entre 3 y 10 trabajadores y de entre 10 y 50 empleados.
El programa de impulso de la digitalización de las pymes (‘Kit Digital’) cuenta con un presupuesto vinculado a los fondos europeos del Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia de casi 3.000 millones de euros. Hasta el momento se han repartido ayudas por casi la mitad de ese presupuesto, con 1.449 millones, y el programa ha llegado ya hasta 326.728 pymes y autónomos, según los datos facilitados por Escrivá este lunes en el Congreso.
Centros de datos sostenibles
Escrivá también ha desvelado que su departamento trabaja en un nuevo “marco regulatorio” -todavía está en estudio qué tipo de normativa sería necesaria- para garantizar que los centros de datos sean más sostenibles, en un momento en que el despliegue de nuevas instalaciones de procesamiento de datos vive un auténtico en España.
El Gobierno asegura que quiere posicionar a España como “hub de conectividad clave en el sur de Europa”, pero quiere hacerlo garantizando la sostenibilidad de unas instalaciones que se caracterizan por su altísimo consumo de electricidad (para el funcionamiento de los servidores informáticas y para la refrigeración de los equipos) y también de agua.
Escrivá ha defendido que una nueva regulación sirva para “ordenar su ubicación” y también establecer exigencias para asegurar que los centros “incorporen vectores de sostenibilidad adecuados”, vinculados al consumo de electricidad y de agua. Transformación Digital abrirá un proceso de coordinación con otros ministerios implicados para regular el sector en un momento en que las peticiones de instalación de nuevos centros de procesamiento no dejan de crecer.