Lo que solo era una posibilidad –en el club ya había un debate abierto sobre el futuro del banquillo– se ha convertido ahora en un escenario cerrado.
El Barça necesita sí o sí un entrenador para la próxima temporada. En este sentido, se trabaja con varios perfiles: un técnico que sea un exjugador o una figura indiscutible de consenso.
En la primera lista de candidatos destacan sobre todo dos figuras: Thiago Motta (Bolonia) y Rafa Márquez (Barça Atlètic). Dos nombres que ya han salido las últimas semanas.
Márquez fue una apuesta personal de Laporta para el Barça Atlètic, al que Deco conoce muy bien, mientras que Motta es un entrenador que también gusta mucho al portugués.
Ayer Márquez ya abrió la puerta a la posibilidad de dirigir al primer equipo. Lo hizo tras la insistencia de los periodistas que, a la tercera pregunta sobre si se veía preparado, dijo: «A una oportunidad así no le puedes decir que no. Y si llega, intentaré estar disponible y tratar de hacerlo lo mejor posible».
A las opciones de Motta y Márquez habría que añadir a Gio van Bronckhorst (ex Rangers), con el que Deco también coincidió de su etapa como jugador en el Barça de Rijkaard.
Pero hay dos nombres más que también se ven con muy buenos ojos. Uno es Michel, el actual entrenador del Girona. Y el otro, el entrenador de la Real Sociedad, Imanol Alguacil. Dos entrenadores de los que se valora mucho su propuesta futbolística. Una manera de jugar que encaja con la idea del estilo del Barça.