Gran victoria en la vuelta del CB Zamora Enamora a la realidad de la Liga regular tras haber tocado el cielo gracias a su triunfo en la Copa LEB Plata. El equipo regresaba al mismo escenario donde se había coronado campeón 8 días antes y lo hacía con vistas a superar a un Clínica Ponferrada que hacía su aparición en el Ángel Nieto envuelto en una gran racha de resultados pero que se vio sobrepasado por la calidad y el buen baloncesto mostrado durante muchos minutos por los anfitriones. Con Hustak como principal novedad en el equipo de Saulo Hernández tras la salida de Drame el pasado lunes, el reto era ganar y mantener a sus perseguidores a una distancia suficiente para evitar que el liderato pueda tambalearse.
Desde el inicio se vio una gran intensidad por parte de ambos planteles, pero la recompensa no iba a ser equitativa. Fueron los bercianos los primeros en estrenar el marcador, pero la respuesta de Erikas Kalinicenko no se hizo esperar. El equipo local sabía que todo iba a pasar por mostrar una irrenunciable fortaleza defensiva ante un oponente que llegaba dispuesto a sorprender y que mantenía la igualdad en el marcador (7-7, min. 5) durante los primeros compases. Llegados al ecuador del primer tiempo, Saulo Hernández empezó a mover el banquillo y se escenificó el regreso de Hustak a un equipo que ya estaba totalmente metido en el encuentro. Acertados en el rebote y en el tiro los zamoranos tomaron las primeras rentas (12-7, min. 7), obligando al entrenador de Ponferrada a parar por primera vez el encuentro. La premisa foránea apenas funcionó porque el CBZ no levantó el pie para cerrar los primeros diez minutos con un dominio absoluto y un prometedor 22-14 en el luminoso.
Nada varió en el comienzo del segundo tramo. Con Naspler y Peris lanzados bajo el aro y un parcial de inicio de 10-0, los locales sacaron de la pista a un rival que tardó cuatro minutos en anotar (31-17, min. 14). Bien al rebote, en las segundas jugadas y en defensa, el equipo fue fraguando una victoria, la décimo quinta del curso regular. Cierto que SDP no pensaba dejarse tan rápido y trabajaba por rebajar la barrera psicológica de los 10 puntos, un reto que no logró al término de una primera parte que concluyó con un marcador de 40-30 tras una postrera canasta de Merlo.
A pesar de la superioridad mostrada hasta el momento, el objetivo tenía que ser seguir la misma línea. Paukste nivelaba la primera canasta rival como poco después hizo Buckingham con un triple que le permitió ahuyentar fantasmas y llevarse la ovación de los aficionados. Todavía lejos de su mejor versión, el estadounidense volvía a brillar por momentos ante los suyos mientras que la ventaja volvía a dispararse (56-40, min. 25). Ponferrada lo intentaba, eso es innegable, pero se daba de bruces con la realidad de un equipo que está de dulce y que alentado por los suyos llegó a los 20 puntos de ventaja (66-46, min. 28).
22 arriba (69-47) se afrontó el último parcial. Solo una hecatombe podía privar al CB Zamora de una nueva victoria, pero la imagen debía ser de lucha hasta la bocina final. Enfrente, los bercianos querían maquillar el resultado y caer dignamente ante un líder que a estas alturas estaba lanzado en pista. Festival de triples, reparto de minutos y un trabajo colectivo que permiten a este CB Zamora Enamora aspirar a todo.