El párkinson es una condición degenerativa que afecta a las neuronas que se encargan de generar dopamina, un neurotransmisor fundamental para regular el movimiento de la persona.
- Esta patología es el segundo trastorno neurodegenerativo más frecuente después del alzhéimer.
- Más de 7 millones de personas en el mundo lo sufren.
- La enfermedad de párkinson afecta hasta al 2% de las personas mayores de 65 años y a un 4% de los mayores de 85 en España.
Pero los especialistas en neurología alertan de que no es una enfermedad exclusiva de las personas mayores. Y es que aproximadamente un 15% de los nuevos casos que se diagnostican cada año corresponden a personas menores de 50 años.
Como indica el neurólogo del Hospital La Luz, doctor Mariano Ruiz Ortiz, aunque conocemos el mecanismo -la acumulación de una proteína anómala en estas neuronas que las lleva a su desaparición progresiva- a día de hoy no sabemos exactamente qué desencadena el parkinson.
«No obstante, gracias a la estadística, sí podemos encontrar una serie de factores de riesgo que aumentan la probabilidad de padecer la enfermedad», asevera el doctor.
Distintos estudios científicos han determinado la influencia de factores ambientales como ciertos hongos, bacterias y virus como factores de riesgo de padecer párkinson. También el hecho de haber sufrido algún traumatismo craneoencefálico podría incrementar el riesgo.
Ejercicio físico clave en la prevención y progresión del párkinson
Según el neurólogo, algunos de estos factores de riesgo no son modificables.
- Hablamos de los factores genéticos. Según los estudios de los que se disponen alrededor del 5% de los casos de párkinson se deben a formas familiares.
- Tampoco se puede modificar otro condicionante, la edad avanzada.
Sin embargo, hay otros más prometedores sobre los que podemos actuar a nivel individual.
«Uno de ellos -como en tantas otras enfermedades- es el ejercicio físico, que podría disminuir el riesgo de padecer la enfermedad hasta en un 30%«, destaca Ruiz Ortiz.
Pero la actividad física no sólo podría reducir el riesgo de tener párkinson, sino que, tal y como explica el neurólogo del Hospital La Luz, en casos en los que ya se ha desarrollado la enfermedad, disminuye significativamente la progresión de discapacidad.
Otros factores modificables para prevenir la enfermedad
El especialista continúa enumerando otros aspectos preventivos que podrían prevenir la enfermedad, como el sobrepeso o el café.
- «El café, quizá por su alto contenido en antioxidantes, también parece tener un papel protector de la enfermedad de párkinson.
- En cambio, el sobrepeso, la diabetes, la hipertensión o la exposición a algunos químicos se asocian a un mayor riesgo de la enfermedad», asegura el doctor.
Es interesante cómo cada vez se están implicando más los impactos repetidos en la cabeza con el desarrollo de enfermedades neurodegenerativas. «A nivel de cultura popular tenemos el caso del boxeador Muhammad Ali, que tras retirarse del ring tuvo que luchar contra el párkinson durante muchos años».
Por eso, como puntualiza el doctor Ruiz Ortiz, «ya se han empezado a tomar medidas al respecto: en Reino Unido no se permite a los futbolistas menores de 18 años cabecear en los entrenamientos, por ejemplo».
Cuestión de estadística
Independientemente de la exposición o no a estos factores de riesgo, a día de hoy puede decirse que padecer la enfermedad es una cuestión estadística.
Pero lejos de entregarse al pesimismo por la ‘mala suerte’, hay que apreciar que la enfermedad de párkinson es más benigna que otras enfermedades degenerativas.
- Además, los especialistas cuentan con actualmente con un amplio arsenal terapéutico para mantener a raya los síntomas.
«En el servicio de Neurología del Hospital la Luz, mediante un abordaje integral atendempos tanto a:
- Síntomas motores (temblor, lentitud de movimientos o problemas para caminar)
- Síntomas no motores (depresión, estreñimiento, insomnio, etc.)
Bscamos dar la máxima calidad de vida durante muchos años al paciente con enfermedad de párkinson», concluye el doctor Mariano Ruiz Ortiz.