Los rayos de sol que se cuelan por Ifema y los profesionales apostados en los pasillos centrales al aire libre del recinto ferial hacen pensar en aquella extemporánea edición que se celebró en mayo de 2021, cuando el turismo agonizaba. Enero y en Madrid se cuela la primavera. Es el mundo al revés. Sorprende, casi tanto como el acercamiento de Simón Pedro Barceló con Pedro Sánchez. El empresario está feliz, por los excelentes resultados de Grupo Barceló y el apoyo que siente «de las instituciones tanto a nivel nacional como autonómico». Su tono para con el presidente del Gobierno que negocia la amnistía envenenada y hace equilibrios con sus socios de coalición contrasta con las flechas que lanzó Gabriel Escarrer a la Moncloa el martes desde el Foro Exceltur clamando por «una nueva hoja de ruta» después de «tres décadas sin ella». Pedro Sánchez no estaba por allí en esta ocasión, debía estar reunido con el copresidente del Grupo Barceló.
«Yo siento un momento muy importante de apoyo al sector», reconocía ayer el copresidente del Grupo Barceló. Después de la crisis de la covid, «se ha recuperado con gran vigor y vuelve a ser el primero de la economía mundial y de la española». Vive un momento dulce con el socialista. Esta semana se ha reunido con él en un encuentro en el que le ha reconocido «las ayudas tan importantes que llegaron al sector (erte, ICO, financiación SEPI). Sí que le pidió que «asuma la política turística como política de Estado». «Una buena parte» del crecimiento de la economía española se debe al turismo, igual que el empleo».
Esta buena sintonía con el Gobierno lleva a preguntarse si el encantador de serpientes que es Sánchez ha obrado un milagro en su encuentro con el hotelero mallorquín. «El Grupo Barceló vive un momento dulce gracias al sector turístico», zanja el empresario.
Ayer Barceló recogió de manos de Rosana Morillo, su antigua trabajadora, el Premio Hosteltur a la Personalidad Turística 2023. Cree el hotelero que la secretaria de Estado «tiene toda una legislatura por delante con el bagaje de unos meses en el Gobierno y la experiencia de una comunidad como Balears muy turística, y la oportunidad de hacer un gran trabajo en los próximos cuatro años. El sector va a estar intentando ayudar».
La presencia del empresario mallorquín en Fitur levantó gran expectación. Allí estaba también la presidenta Marga Prohens. Se arrancó diciendo que «solo» puede darle «las gracias siempre por sus consejos y sus reflexiones tranquilas y acertadas» y por «estar al otro lado del teléfono». El discurso de la popular lo interrumpió Antonio Garamendi, la otra estrella del acto. Llegó con retraso. La concatenación de reuniones es lo que tiene en estos días. El presidente de la CEOE le agradeció al mallorquín su implicación con las patronales y regó de flores a los empresarios de las islas, empresas familiares «con cara y ojos». Hay que tenerlos «entre algodones».
El colofón a la jornada llegó en el estand de la República Dominicana. Encarna Piñero ejerció de maestra de ceremonias. Por algo es la hotelera con más habitaciones en el país. Prohens y el ministro de Turismo del país, David Collado, firmaron un acuerdo para formación turística. «Balears tiene un millón de habitantes y recibe 18 millones de turistas. Es un ejemplo de éxito», dijo el dominicano. Ahora bien, «Encarna, Escarrer, Sabina (Fluxá), la mamá de Encarna… todos quieren vivir» en el destino caribeño, bromeo ante los aludidos. Otro fue Pep Aloy, este acuerdo ha sido obra suya.