"El primer golpe llegó estando embarazada", arranca Joana. "Fue en la barriga, además". Su historia duele. Es dura, pero su lucha lo es aún más. Se llama Joana Bauzá, tiene 41 años y tres hijos. Es auxiliar de enfermería, aunque desde hace unos años no puede ejercer. Es madre, amiga, vecina y es, además, superviviente de violencia de género, la lacra que ha matado a 1.239 mujeres desde 2003 (y una mujer y dos niños en lo que va de mes). "Durante años sufrí agresiones de todo tipo", cuenta a CASO ABIERTO, portal de sucesos e investigación de Prensa Ibérica, "sexuales, físicas, psicológicas…". El hombre con el que se casó nunca fue príncipe, pero se convirtió en el peor monstruo con el que convivir, resume. "Yo no lo veía… estaba ciega de amor".