El Real Madrid se impuso por 90-85 a un batallador Olympiacos griego, que se levantó cuando parecía hundido y obligó a los de Chus Mateo a sufrir en el tramo final para reencontrarse con la victoria tras el abultado tropiezo previo en la máxima competición europea contra el Mónaco.
Los dos finalistas de la pasada edición de la Euroliga, decidida con una canasta ya legendaria de Sergio Llull, se citaban por segunda vez desde entonces después de que el cuadro blanco venciera a domicilio en la jornada 12. Más fácil le resultó ganar aquel partido que este.
En la primera parte todo lució blanco inmaculado. Las bajas en el juego interior de Nikola Milutinov y Moustapha Fall obligaron a los visitantes a intentar generar por fuera, pero su 1 de 7 en triples y las dificultares para cazar rebotes en ataque durante el primer cuarto, ninguno por los doce defensivos del Real Madrid, fueron estadísticas con pinta de losa en el sepulcro.
Mientras, el Real Madrid, que para tampoco tenía a su líder en la pintura por la lesión de Walter Tavares, se mostró fluido a la hora de mirar a canasta. Tanto que solo falló dos tiros de dos puntos en ocho intentos y un triple de seis. Todo eso, y el 8-0 en asistencias, explica el 30-13 a la conclusión de los diez minutos de arranque.
Aún así, no tenía previsto el anfitrión frenarse ahí. No siempre se puede sonrojar a todo un Olympiacos y las oportunidades hay que aprovecharlas. Pese a que solo hizo cinco puntos en los cuatro primeros minutos del segundo acto, todos ellos de Mario Hezonja, su voracidad en el rebote defensivo, 20 capturados en 20 minutos, le ayudó a que la ventaja al descanso fuese de 22 puntos.
En el otro aro solo Luke Sikma, con 10 de los 17 de los suyos durante ese tramo, salvaba el honor.
Dado el panorama, parecía descartarse una resurrección de los de rojo y blanco. Pero nunca se puede dar por enterrado a un equipo de su prestigio. Los triples que le fueron esquivos antes comenzaron a entrar y gracias a ello firmaron un parcial de 2-12 en el que la única aportación ofensiva del plantel madridista fue un bello ‘alley oop’ de Facundo Campazzo con Vincent Poirier (64-51, min.28).
Logró mantenerse en esa distancia el conjunto de Chus Mateo para afrontar con ella en la mochila la decena de minutos decisivos. Pero un 0-6 de puesta en escena del Olympiacos le acercó a siete. Le tocaba a los de casa volver a pelear por un triunfo que daban por sentado minutos atrás, una tarea complicada de mentalización ante un rival en ascenso que olía sangre.
Al rescate llegó ‘Súper Mario’ Hezonja con nueve puntos seguidos, dos de ellos volando para hundir un ‘alley oop’, que apagaron el fuego y situaron al Real Madrid con catorce de renta. Resultó algo momentáneo porque la respuesta fue un 2-12, con un par de triples de Kostas Papanikolau, que dejó al Olympiacos a cuatro.
En ese momento Dzanan Musa tomó el relevo como salvador de su ‘hermano’ Hezonja y dejó cuatro puntos que dieron aire y distancia prudencial a los locales para sobrevivir a los intentos postreros del contrario y terminar por cerrar una gran velada con la solvencia de Campazzo.
Ficha técnica:
90 – Real Madrid (30+22+16+22): Campazzo (12), Deck (14), Musa (20), Abalde (8), Poirier (7), -quinteto inicial-, Hezonja (16), Fernández (5), Causeur (3), Rodríguez (2), Ndiaye (3).
85 – Olympiacos (13+17+25+30): Canaan (6), Walkup (7), Brazdeikis (4), Peters (12), Petrusev (4), -quinteto inicial-, McKissic (9), Sikma (10), Larentzakis (2), Papanikolau (25) y Mitrou-Long (6).
Árbitros: Ilija Belosevic (Serbia), Carmelo Paternico (Italia) y Saulius Racys (Lituania).
Incidencias: Partido de la jornada 23 de la Euroliga disputado en el WiZink Center.