Las imágenes son tan duras que impactan a los investigadores más curtidos en la lucha contra la pornografía infantil. Un hombre español, treintañero, se graba en vídeo con una bebé de seis meses sobre la cama de una habitación de matrimonio. La niña es tan pequeña que ni siquiera mantiene aún la cabeza erguida. Él le separa las piernas y se las ata con varias vendas. Luego, la agrede sexualmente.
Cuando los agentes del Departamento contra el Cibercrimen de la Unidad Central Operativa (UCO) de la Guardia Civil recibieron el vídeo, alertados por sus compañeros de Europol, se dieron cuenta de dos cosas: las imágenes, que habían sido difundidas en foros de internet en los que participan pedófilos de países de todo el mundo, estaban grabadas en un domicilio privado y el autor tenía fácil acceso a la cría, que además era extremadamente pequeña, por lo que la urgencia para identificarlo y poner a salvo a la niña era máxima.
Su mujer lo identificó
Solo tenían una imagen, dos caras: la del pederasta y la de su víctima, que es tan joven que aún no aparece en las bases de datos que sirven de ayuda a los investigadores para realizar identificaciones. Conscientes de ello, los agentes emplearon toda su pericia y experiencia para resolver este delicado caso.
Escudriñaron bien la grabación, revisaron las imágenes una y otra vez y se fijaron en todo lo que aparecía en ellas, cualquier objeto, cualquier elemento que distinguiera ese dormitorio de otros: la forma de una lámpara, el estampado de las cortinas y el color del edredón. Los detalles más simples y desapercibidos son los que les proporcionaron las pistas más valiosas para poner nombre al autor de los vídeos.
Gracias a su trabajo, su pronta respuesta y una excelente coordinación con los agentes de Europol, los investigadores de la UCO lograron llegar, en solo 24 horas, un tiempo récord en este tipo de investigaciones tan complejas, hasta un pequeño piso de Madrid, en el barrio de Santa Eugenia.
Asegura que otro pedófilo lo convenció para que agrediera a su propia hija y le mandara un vídeo. Luego ese hombre quiso viajar a Madrid para conocer a la niña, pero él se negó
Allí detuvieron a un hombre de 32 años, casado, que trabajaba como conserje en un geriátrico de Madrid. Vivía con su mujer y con su bebé, que ya había cumplido un año… Es la niña que sale en el vídeo. La madre de la menor, todavía sin poder creer lo que estaba ocurriendo, vio el vídeo y reconoció a su pareja agrediendo a su propia hija en su dormitorio, mientras él admitía parcialmente los hechos. El juez lo envió a prisión.
Otro pedófilo lo «convenció»
Según fuentes judiciales, el detenido admitió que participaba en varios chats de temática sexual con otros hombres y confesó que había agredido a su bebé y había enviado el vídeo a otro usuario a través de Telegram, pero asegura que solo lo hizo una vez y fue porque otro pedófilo lo convenció, aunque no ofreció más datos de ese hombre. Sí añadió que, tras mandar las imágenes a ese supuesto pedófilo, este le propuso viajar a Madrid para conocer a la niña y entonces, afirma, él se asustó y cortó la conversación.
De acuerdo con su versión, él acudía a esos foros en busca de otro tipo de pornografía infantil: quería vídeos de chicos adolescentes teniendo sexo entre ellos y también con adultos. Lo cierto es que la Guardia Civil encontró en su ordenador cientos de vídeos de menores de esas edades manteniendo relaciones sexuales de todo tipo, que ahora se están analizando. Los había descargado previamente en su teléfono móvil y almacenado luego en el ordenador que compartía con su mujer. Los escondía, eso sí, en carpetas ocultas, de difícil acceso para cualquiera que usara el dispositivo.
«¿Puedo tapar la boca a bebé?»
La investigación también ha permitido descubrir que el detenido pedía «jóvenes de entre 15 y 18 años en Madrid para sexo» en algunos de los foros que frecuentaba, donde tenía tenía varios perfiles y se hacía llamar «chico14» y «chico15». Pero su historial de navegación también ha revelado otro tipo de búsquedas en internet. Según las pesquisas, el hombre preguntó a Google: «cómo atar bebé para sexo» y, justo cuando su hija cumplió 10 meses, «¿puedo tapar la boca a bebé de 10 meses?», lo que hizo pensar a los investigadores y al juez que el pederasta había estado agrediendo a su hija de manera continuada en el tiempo.
La confirmación llegó con el hallazgo de un segundo vídeo que el detenido habría grabado cuando la niña apenas contaba con cuatro meses. Las imágenes son inenarrables. A pesar de su corta edad, tendida sobre el sofá del salón, la cría parece querer zafarse de su padre.