El Ayuntamiento de Zaragoza iniciará este mes de febrero el proceso participativo para la elaboración del primer Plan Urbano de Seguridad Vial de la ciudad, en el que se va a dar voz a más de 80 colectivos y personas expertas en la materia.
El objetivo es dar forma a este documento con el más amplio consenso social, para lo cual se van a constituir tres grupos de trabajo: seguridad vial de peatones y personas con movilidad reducida; seguridad vial de vehículos vulnerables (bicicletas, VMP, motocicletas y ciclomotores); y seguridad vial de vehículos relacionados con el ámbito laboral: servicios públicos de transporte, limpieza y obras, distribución urbana de mercancías y movilidad en la empresa.
Así lo han detallado este miércoles el consejero de Presidencia, Relaciones Institucional y Seguridad Ciudadana, Ángel Lorén y la concejal delegada de Seguridad Vial, Ruth Bravo, que han avanzado algunos datos del diagnóstico que están elaborando los técnicos municipales y que el proceso participativo va a ayudar a completar.
Este prediagnóstico revela que la siniestralidad en Zaragoza se mantiene por debajo de los niveles previos a la pandemia y alejada de los índices de otras grandes ciudades.
El documento revela una reducción del número de víctimas que, sin embargo, no ha ido acompañada del mismo descenso en la gravedad de las lesiones. Los atropellados representan en torno al 19% de las víctimas (heridos y fallecidos). Este tipo de accidentes son los que concentran la mayor parte de los fallecidos. El análisis pone de manifiesto además que prácticamente en uno de cada tres atropellos están involucrados peatones mayores de 65 años, en el 60% de los atropellos el peatón estaba respetando las normas y el 36% de estos accidentes se registraron en pasos sin semáforo con preferencia para el peatón.
Patinetes eléctricos
La movilidad personal, por su parte, se ha duplicado prácticamente desde 2018 debido al incremento de uso de los vehículos de movilidad personal. Durante este tiempo la utilización de la bicicleta se ha mantenido mientras que se estima que los patinetes eléctricos representan ya casi la mitad de los desplazamientos de movilidad personal.
Entre los vehículo de movilidad personal, la siniestralidad ha aumentado de forma importante estos años coincidiendo con el incremento de los usos aunque en el último año, con datos provisionales, se ha registrado un ligero descenso. Los accidentes se concentran principalmente entre los usuarios de 21 a 30 años.
En cuanto a las causas que están detrás de los accidentes, los informes policiales indican que las infracciones son el factor más probable (96,8% de los casos) pero en la mayoría de los casos confluyen varias circunstancias, de ahí que se esté trabajando en el análisis detallado de los siniestros graves y con fallecidos.
Los técnicos en Seguridad Vial indican que el exceso de velocidad es la causa más importante de muerte o heridas graves en caso de atropello, seguido de las distracciones por el uso de teléfonos móviles, pantallas u otro tipo…, unidos al consumo de alcohol y drogas. A ellos hay que incorporar recientemente también el mal uso del vmp por algunos usuarios.
Para la elaboración del Plan de Seguridad Vial se ha puesto en marcha un equipo transversal de trabajo que está permitiendo cruzar y georreferenciar a través de mapas de calor información de Policía Local y Movilidad en la que se van a integrar también los datos del servicio de Infraestructuras a través de un sistema GIS. Se trata de información que hasta ahora no estaba compartida y que una vez que esté plenamente implementad permitirá hacer un análisis mucho más detallado de la siniestralidad y de las circunstancias de la vía en la que se produzca.
Iniciativas
En paralelo a la elaboración del diagnóstico, el Ayuntamiento de Zaragoza continúa adoptando diferentes iniciativas que ayuden a reducir los accidentes, especialmente los atropellos. Se ha mejorado la visibilidad en los últimos meses en 300 pasos de peatones eliminando obstáculos, principalmente liberando espacio hasta entonces ocupado por vehículos o contenedores y destinándolos a aparcamiento de bicicletas y vmp. De esta forma son ya más de 1.200 los espacios libres generados en este tipo de cruces.
Se han balizado además 17 pasos de peatones en el trazado del tranvía (el 100% de los que se había planteado en el análisis de siniestralidad realizado con Tranvías de Zaragoza) y se ha incorporado una partida presupuestaria de 250.000 euros para este 2024 para la instalación de pasos cebra iluminados en diferentes calles de la ciudad. Así mismo se va a continuar con la colocación de semáforos sonoros para personas con disminución visual, de los que en los últimos meses se han habilitado 61. También se ha incrementado el tiempo de paso en el 88% de los cruces semaforizados para dar más tiempo al peatón para cruzar.
En cuanto a los vehículos, la renovación de las flotas del bus urbano y de limpieza pública que está llevando a cabo el ayuntamiento han permitido incorporar tecnología Mobileeye en los nuevos vehículos; un sistema que alerta al conductor de la presencia de viandantes o vehículos.
El ayuntamiento está trabajando también en materia formativa para que los diferentes servicios municipales integren criterios de seguridad vial en todas sus actuaciones. Especial incidencia se va a hacer entre quienes trabajan y atienden a personas mayores. A través de acciones específicas o dentro de las actividades diarias, se van a integrar la sensibilización en seguridad vial.
Además el próximo mes de marzo está prevista una jornada específica para técnicos de Infraestructuras encargados del diseño de calles y otras infraestructuras urbanas. Se quiere avanzar de esta forma en el trabajo que ya se viene realizando en los últimos años, en los que las reformas integrales de calles han venido incorporando ya criterios de seguridad vial como la creación de carriles sinuosos para obligar a los vehículos a reducir la velocidad.
Precisamente, las medidas de calmado del tráfico son otra de las líneas de actuación en las que el Ayuntamiento de Zaragoza está incidiendo para contribuir a reducir la velocidad de circulación de los vehículos y mejorar la prioridad peatonal. Se han adoptado en barrios como Oliver, San José, Universidad, Valdespartera o Rosales.