En el pasado mes de diciembre salieron a la calle nuevas entregas de dos revistas que tienen como protagonista a un aragonés excepcional, a Eloy Fernández Clemente, que supo poner la atención de un grupo de personas en lo que era importante: la recuperación de ese Aragón que, cargado de historia y de legitimidad histórica, navegaba en una nueva España sin que ningún poderoso le mirara con algo más que indiferencia.
La revista Rolde, fundada en 1977 y dedicada a recuperar y analizar la cultura aragonesa, lo recuerda un año después de su muerte, haciendo un recorrido por la apasionante y fértil vida de este profesor universitario que estuvo en la fundación de Andalán o del PSA, un partido que se quedó en la defensa del socialismo cuando algunas de sus más importantes figuras dieron el paso para seguir demostrando que el aragonesismo era lo verdaderamente esencial y acabaron en la Fundación Gaspar Torrente. En esta fundación que hoy también rinde homenaje a Eloy en su revista aragonesista de pensamiento -El Ebro- con un conjunto de artículos que permiten recuperar su figura y su obra. Vamos a detallarlos para que sepan de qué hablamos.
La suma de trabajos que compone el índice de la revista El Ebro es plural, sin faltar el relato de las personas que han dirigido la Fundación Gaspar Torrente, de la que Eloy fue el primer presidente hasta el año 2000. En concreto, Antonio Peiró incidiendo en su capacidad de motor cultural, José Luis Melero hablando del intelectual abierto a múltiples saberes, López Susín recordando su interés por las nuevas generaciones de estudiosos, Chulia Ara viéndolo inmerso en la vida cotidiana de esta tierra, Víctor Juan recuperando su fidelidad al territorio, Carlos Serrano profundizando en su invitación a la autoestima de los aragoneses como clave de hacer futuro.
Pero, antes y después de este apartado de los presidentes, se suceden interesantes reflexiones personales como la de Antonio Pérez Sánchez que habla de cómo nació el aragonesismo de Eloy en Teruel, la de Ramón Salanova que recuerda la vinculación de Eloy con el Partido Socialista de Aragón, la de Antonio Peiró analizando el inicio del aragonesismo de la Transición con el recordado libro Aragón Contemporáneo (1975) o el artículo de Bizén Fuster que hace un interesante recorrido por la historia de CHA que siempre contó con el apoyo de Eloy. Precisamente Joaquín Palacín completa la visión que sobre Eloy tienen las nuevas generaciones de este partido, José Antonio Acero recupera la creación de la fundación Gaspar Torrente, en ese resurgir del nacionalismo aragonés en la década de 1990, y Miguel Martínez Tomey traza una novedosa y extensa reflexión sobre el pensamiento aragonesista de Eloy Fernández Clemente, planteando una primera aproximación a través de sus memorias que augura futuros trabajos. En sus paginas se puede concretar una idea clave: Eloy ha sido el ideólogo que ha actualizado el discurso nacionalista de Aragón, al mismo tiempo que escribía «mi bandera es Aragón, pero en España, si vascos y catalanes se quieren independizar, allá ellos. Yo no».
Completando el elenco de colaboraciones está López Susín que recuerda el compromiso de Eloy con las lenguas de Aragón, tema del que queda la serie publicada en El Periódico de Aragón en diciembre del 2018 y enero del 2019 avisando del grave peligro de no tomarnos en serie este asunto: «habladas aquí desde hace siglos, corren grave peligro de desaparecer cuando mueran los últimos hablantes autóctonos». Y por supuesto el de Luis Germán que recuerda el legado de este gran aragonés en pro de la historia de Aragón, sin dejar de apuntar los ejes temáticos esenciales en la labor historiográfica y didáctica de un profesor de Historia Económica. Todo un recorrido por la vida y la obra de Eloy Fernández Clemente que clausura Lorenzo Lascorz con el relato de algunas vivencias compartidas, publicadas bajo el titulo ¡Eloifus Eloifus, por qué nos abandonaste! que recuerda a ese gran amigo de Eloy que fue el excepcional José Antonio Labordeta.
Ya pueden ver que el número 16-17 de la «revista aragonesista de pensamiento» conmemorativo también de los 25 años de la Fundación Gaspar Torrente, nos potencia el sentimiento aragonesista, nos invita a comprometernos con construir un Aragón mejor, con futuro, desde la cultura y la libertad, como quería Eloy Fernández Clemente. Y como quiere, porque su memoria sigue viva.
Pero permítanme que les invite también a completar la visión de Eloy desde las páginas del Rolde que le dedica la revista 186-187 y en cuyas páginas encontrarán las brillantes aportaciones de Antón Castro (sobre la dimensión periodista de Eloy), la de Carmen Magallón y Pedro Luengo a vueltas nuevamente con su etapa turolense, la de Victor Juan que recupera la interesante faceta de Eloy como pedagogo y su pasión por cambiar el mundo de la educación, la de Antonio Peiró sobre su trayectoria aragonesista, o la de Pedro Rújula que lo analiza desde su idea de recuperar el pasado para el Aragón del futuro.
Todo ello, sin olvidar que Vicente Pinilla explica su dimensión de historiador económico, que Gómez Benito habla de la pervivencia del costismo y que López Susín y Carlos Serrano hacen la bio-bibliografía de Eloy Fernández Clemente. Pero, si quieren disfrutar descubriendo al hombre familiar, sencillo y comprometido, deberán leer los interesantes relatos de Marisa Santiago, esposa y permanente sustento de Eloy, entrevistada por Javier Aguirre y José Luis Melero.
Pueden optar por la que quieran, mejor por una detrás de otra. Y en las dos publicaciones encontrarán un importantísimo conjunto de imágenes sobre la reciente historia de nuestra tierra, en la que Eloy se ha ganado nuestro reconocimiento por habernos enseñado a sentir la grandeza de ser aragonés.