Agentes de la Policía Nacional han detenido esta tarde a un joven como presunto autor del homicidio del canónigo emérito de la Catedral de València Alfonso López Benito, de 80 años de edad, cuyo cuerpo sin vida fue encontrado el martes por la mañana, dentro de la cama, sin ropa y con señales evidentes de haber sido asfixiado. El arrestado es un joven con quien habría mantenido una relación de índole sexual y que está acusado, además, de robo, ya que se llevó el teléfono móvil del sacerdote, desde el cual envió mensajes de Whatsapp haciéndose pasar por su víctima y diciendo que estaría unos días fuera, con la intención de retrasar el hallazgo del cadáver.

La detención se ha producido apenas 24 horas después del hallazgo del cadáver, en una actuación fulgurante de la Policía Nacional que ha resuelto el caso en un tiempo récord.

Acudía con regularidad a la vivienda

El arrestado, que es natural de un país sudamericano y que permanece en dependencias policiales, ha sido apresado por agentes del grupo de Homicidios siguiendo el rastro de ese teléfono móvil y la información aportada por personas próximas a Alfonso López Benito, que habrían ayudado a identificar al sospechoso gracias a que acudía con regularidad a la vivienda y llegaba a permanecer varios días en la casa. De momento, no ha trascendido si el joven ha reconocido su participación en la muerte del canónigo emérito.

El Arzobispado le había llamado la atención

El detenido es uno de los jóvenes a los que el sacerdote llevaba a casa a cambio de dinero, costumbre que se repetía «varias veces a la semana», según varios testigos, y que había generado quejas vecinales que habían llegado hasta el Arzobispado. De hecho, la institución eclesiástica le había llamado en varias ocasiones la atención, recriminándole que llevara a casa a jóvenes en situación de vulnerabilidad con la excusa de que quería ayudarles.

Según la información recabada por Levante-EMV, el canónigo emérito solía captar a esos jóvenes en la calle. De hecho, muchos de ellos se ganaban la vida como aparcacoches en el centro de la ciudad.

 Alfonso López Benito fue nombrado canónigo de la Catedral de València en julio de 2015 por el entonces arzobispo de la ciudad, el cardenal Antonio Cañizares, cargo que desempeñó hasta su jubilación, en junio de 2021, al cumplir los 75 años. Desde ese momento, pasó a ser canónigo emérito. Entre 1999 y 2015 había sido canónigo de la colegiata-parroquia de San Bartolomé Apóstol y San Miguel Arcángel, en València, su ciudad natal.

Ordenado en 1969, era doctor en Derecho Canónico por la Pontificia Universidad Lateranense, de Roma. Fue párroco en varias localidades y profesor en el Instituto de Estudios Jurídicos de València y en la facultad de Derecho Canónico de la Universidad Católica.

Además, trabajó en el Tribunal Eclesiástico de la archidiócesis de València y es autor de varios libros. El Arzobispado emitió ayer un escueto comunicado en el que se limitaba a lamentar la muerte del ex asesor del arzobispo y a mostrarse dispuestos a colaborar «con las autoridades en el esclarecimiento de los hechos».