El 24 de enero de 1977 un grupo de asesinos de extrema derecha irrumpieron en el despacho de abogados laboralistas, situado en el número 55 de la calle Atocha, y acribillaron a tiros a las nueve personas allí presentes. La matanza ultra se saldó con el fallecimiento de cuatro abogados y un sindicalista, la hospitalización en estado grave de cuatro abogados y la conmoción de un país que jamás olvidaría el terrorismo de la extrema derecha.
Enrique Valdelvira, Luis Javier Benavides, Javier Sauquillo, Serafín Holgado y Ángel Rodríguez perdieron su vida aquella noche. Además, Miguel Sarabia Gil, Alejandro Ruiz-Huerta, Luis Ramos y Dolores González fueron gravemente heridos. Los terroristas fascistas, todos ellos vinculados a partidos ultraderechistas, fueron José Fernández , Carlos García Juliá y Francisco Albadalejo y contaron con la colaboración de grupos neofascistas italianos.
Recuerdo y advertencia
Este miércoles, como cada año, CCOO Madrid y la Fundación Abogados de Atocha han vuelto a conmemorar a las víctimas. Durante el cierre final de las jornadas, se ha entregado el premio abogados de Atocha al Observatorio Internacional de la Abogacía en Riesgo y dos reconocimientos. Uno ha ido destinado a los profesionales sanitarios que arriesgan actualmente su vida Gaza, recogido por la ministra de Sanidad, Mónica García, en representación. El otro ha sido para la red de Mujeres de Negro contra la guerra, movimiento internacional de mujeres pacifistas que se fundó en Israel para protestar contra la ocupación y la violación de derechos humanos.
Horas antes, la primera parada ha llevado a dos cementerios, el de Carabanchel y San Isidro, a diversas delegaciones de ambas partes han acudido ha realizar una ofrenda florar y a presentar respeto a los asesinados. A las 10:00 horas de la mañana, ha tenido lugar la habitual ofrenda floral de la plaza madrileña de Antón Martín, ubicación del monumento de Juan Genovés, ‘El Abrazo’, que recuerda la matanza y a todas sus víctimas. Una hora después, el Auditorio Marcelino Camacho ha acogido el acto principal, al que han acudido múltiples personalidades. Las lágrimas y los gritos de lucha no han faltado.
Mucho más que una oda a la conmemoración y la memoria, “una reivindicación y una mirada al futuro para seguir consolidando los valores que nos han traído hasta aquí”, ha trasladado Paloma López. “En la época de la Transición perdimos la vida de compañeros que lucharon para traer, precisamente, justicia, democracia y libertad a este país. Hoy, estamos amenazados por una nueva extrema derecha populista, heredera del franquismo, que lo que quiere es volver a instalar en España, en Europa y en una gran parte del mundo una dictadura que propicie una pérdida de libertades y valores fundamentales”.
La secretaria general de CCOO Madrid ha sido clara frente al monumento de Antón Martín: “No lo vamos a consentir”. Y si bien ha renegado de quedarse “instalados en la nostalgia”, Paloma López ha llamado a aprovechar el acto “para impulsar nuestros valores y lo que queremos en el futuro: justicia, democracia y libertad. El secretario general del PCE en Madrid, Álvaro Aguilera, ha recordado la lucha por un mundo «más justo, democrático y libre» de estos abogados para rendir homenaje también al pueblo palestino «que está sufriendo el genocidio de Israel».
También se ha sumado a la advertencia y ha lamentado que los «tambores del fascismo» que resuenan ahora para recalcar «el empuje por traer un mundo mejor» de los asesinados hace 47 años. Finalmente, Alejandro Ruiz-Huerta Carbonell, presidente de la Fundación Abogados de Atocha, ha llamado a homenajear la «vida plena de dedicación a los trabajadores» que tuvieron estas personas.
En la misma línea, pero ya dentro del auditorio, el máximo representante del sindicato, Unai Sordo, ha recordado que «todos los países necesitan mitos fundacionales y hechos constituyentes en torno a hechos históricos compartidos que dan sentido a lo que hemos sido, somos y seremos”. “Hechos muy importante para crear una democracia sólida «, ha añadido el secretario general.
Múltiples personalidades políticas han acudido a los actos o han querido pronunciarse. Entre ellas, Mónica García era la encargada de recoger el premio para los sanitarios que arriesgan su vida bajo las bombas israelís. “Desde aquí pedimos una vez más el alto al fuego inmediato, el fin del genocidio de todo un pueblo y el reconocimiento de un Estado Palestino; así como mostramos nuestro más firme apoyo a la demanda sudafricana contra Israel”, ha pronunciado en su discurso.
“Hoy, que está tan de moda manosear la palabra dictadura, recordamos a los verdaderos héroes de la democracia. A los que arrebataron la vida por sembrar los derechos y las libertades que hoy disfrutamos”, ha concluido la ministra de Sanidad entre aplausos. A continuación, el presidente de la fundación ha cerrado el acto leyendo un poema de su libro ‘Indumentaria’ que, como no podía ser de otra manera, ha concluido con un grito: “¡Viva la libertad!”.