La negativa tajante del primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, a la creación de un Estado palestino ha logrado lo que parecía imposible: que los países de la UE alcancen una posición común sobre la salida al conflicto palestino-israelí, superando sus tradicionales divisiones internas sobre Oriente Próximo. Incluso los mayores aliados de Israel en Europa, como Alemania o Austria, han redoblado la presión sobre Netanyahu para que rectifique y acepte la solución de dos Estados. «No hay alternativa», sostienen.

El Alto Representante para la Política Exterior, Josep Borrell, ha ido un paso más allá y ha amenazado a Israel con «consecuencias» (que ha eludido concretar) si mantiene su veto al Estado palestino. En el Consejo de Exteriores celebrado este lunes en Bruselas, Borrell ha presentado un plan de paz de 12 puntos para materializar los dos Estados, cuya principal novedad es que prevé avanzar incluso si Israel se niega a sentarse a la mesa. Algo que sí ha creado incomodidad en socios como Berlín.

El jefe de la diplomacia comunitaria ha arremetido contra Netanyahu por su ‘no’ al Estado palestino. «¿Cuáles son las otras soluciones que tienen en mente? ¿Hacer que todos los palestinos se vayan? ¿Matarlos? (Han muerto) 25.000 ya en Gaza, el 70% mujeres y niños», ha denunciado Borrell a su llegada al Consejo de Exteriores. «Tenemos que dejar de hablar del proceso de paz y empezar a hablar de forma más concreta sobre el proceso hacia la solución de dos Estados», ha insistido.

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En Valladolid el pasado viernes, el Alto Representante dijo que si Israel no acepta la solución de dos Estados, la comunidad internacional debería imponérsela. Este lunes en Bruselas, Borrell no ha querido ir tan lejos. «La primera cosa que hay que hacer es proponer una solución. Si Israel no quiere esa solución, va a ser difícil que participe en las discusiones para construirla. Pero eso no debe impedirnos a los demás hacerlo por nuestra cuenta», ha señalado.

La presión de los Veintisiete no ha hecho mella en el ministro de Exteriores israelí, Israel Katz, que ha viajado a Bruselas para defender la posición de su Gobierno. Exhibiendo fotos de los rehenes secuestrados por Hamás, Katz ha reclamado a la UE que apoye a Israel para lograr su liberación y «el desmantelamiento de la organización terrorista Hamás». «Nuestros bravos soldados están luchando en condiciones muy duras con estos dos objetivos: recuperar nuestros rehenes y restaurar la seguridad para los ciudadanos de Israel«, ha insistido.

En el debate a puerta cerrada, Katz ha proyectado a los ministros europeos dos vídeos «que tenían poco o nada que ver con la cuestión que estábamos discutiendo»: uno sobre una isla artificial en la costa de Gaza y otro sobre una línea de ferrocarril entre Oriente Próximo y la India. «El ministro podría haber ocupado mejor su tiempo para preocuparse por la seguridad de su país y el alto número de muertos en Gaza», se ha quejado Borrell.

El jefe de la diplomacia española, José Manuel Albares, le ha replicado a Katz que «el Estado palestino es la mejor garantía para la seguridad de Israel, es la mejor garantía para la normalización de relaciones entre Israel y todos los Estados árabes», según ha relatado él mismo. «Si queremos la paz, todos sabemos lo que tenemos que hacer: reconocer e implementar el Estado palestino. ¿Es difícil? Sí ¿Es realista? Por supuesto. Es la única opción realista para una paz definitiva», sostiene Albares.


El ministro de Exteriores, José Manuel Albares, se ha reunido este lunes en Bruselas con su nuevo homólogo francés, Stéphane Séjourné

Unión Europea

En la reunión del Consejo de Exteriores han participado también (aunque por separado) el ministro de Exteriores palestino y sus homólogos de Egipto, Jordania y Arabia Saudí. El palestino Riyad Al-Maliki ha pedido a la UE que trabaje por un alto el fuego en Gaza, que condene las declaraciones del primer ministro israelí rechazando la solución de dos Estados, y que empiece a «contemplar sanciones contra Netanyahu y otros». «Israel no puede tener seguridad mientras se niegue a los palestinos sus derechos», sostiene el jordano Ayman Safadi.

Pese a la unidad sin fisuras sobre la solución de dos Estados, los países de la UE siguen sin ponerse de acuerdo para pedir un alto el fuego permanente en Gaza. Una medida que han vuelto a reclamar España, Francia, Bélgica o Irlanda, pero que rechaza Alemania por considerar que pondría en riesgo el derecho de Israel a defenderse. En su lugar, la ministra de Exteriores, Annalena Baerbock, ha pedido «volver a las pausas humanitarias en Gaza para permitir la entrada de más ayuda humanitaria y la liberación de más rehenes».

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«Estamos haciendo todo lo posible para avanzar hacia una solución de dos Estados. No existe ninguna alternativa que permita a israelíes y palestinos vivir uno al lado del otro en paz y dignidad», alega Baerbock. «Gaza pertenece a los palestinos: rechazo cualquier plan de expulsión o una presencia israelí permanente», ha dicho el jefe de la diplomacia austriaca, Alexander Schallenberg, que también ha condenado la negativa de Netanyahu a la creación del Estado palestino.

«Las últimas declaraciones de Benjamin Netanyahu son preocupantes. Será necesario que haya un Estado para los palestinos. No una ocupación interminable«, ha dicho el nuevo ministro francés, Stéphane Séjourné. Por su parte, el letón Krisjanis Karins, ha sugerido que la UE utilice sus ayudas como herramienta de presión a Israel. «La mayor fuente de influencia de Europa siempre ha sido su cartera», destaca Karnis. 

El ministro José Manuel Albares saluda a su homólogo israelí, Israel Katz, durante la reunión de este lunes en Bruselas


El ministro José Manuel Albares saluda a su homólogo israelí, Israel Katz, durante la reunión de este lunes en Bruselas

Unión Europea

Los ministros de Exteriores de la UE han abordado también en Bruselas el lanzamiento de una misión militar naval en el mar Rojo para escoltar y proteger a los buques mercantes de los ataques de los rebeldes hutíes desde Yemen, pero han aplazado la decisión final a la próxima reunión del 19 de febrero.

«Hemos propuesto con Francia y Alemania una operación militar que garantice la seguridad del tráfico marítimo», ha relatado el ministro de Exteriores de Italia, Antonio Tajani. Por su parte, Albares ha confirmado que ningún Estado miembro se opone a esta misión y que España no participará.