«¿Qué problema hay en españolizarse?» se preguntó el periodista Jordi Évole en el transcurso de una entrevista en TV3. «¿En qué país estamos?» añadía el autor de No me llame Ternera. Una frase que ha incendiado las redes en Cataluña y ha vuelto a convertir al periodista en blanco del independentismo más exaltado. Especialmente desde el momento en que el también periodista Miquel Bonet reprodujo el momento en su perfil de X, antes twitter, para reclamar un linchamiento mediático de su compañero de profesión.
«Al ministro Wert le pusieron cuernos y cola por menos (merecidamente)» concluía Bonet. Durante la entrevista el presentador, Ricard Ustrell, preguntó a Évole por qué había dejado de colaborar con TV3, a lo que el interpelado respondió lamentando que «pasó por un proceso de cierre, de tener un público y no querer más, ahora se está volviendo a abrir» añadía, a lo que Ustrell apuntaba: «algunos a eso lo llaman españolizarse». «Pero qué problema hay con españolizarse, en qué país vivimos» le respondía el entrevistado.
La polémica se ha envenado en las últimas horas, con estrellas de las redes independentistas como Lluís Llach reproduciéndola, para recordar, cuestionándola, la entrevista de Évole a Carles Puigdemont en 2017. Una entrevista «entre penunbras y con música de película de terror».
O recurriendo al «genocidio humano y cultural cometido por la monarquía española en América Latina». El propio Évole ha terciado acusando a Bonet de manipular su afirmación, cortando la respuesta. Explica que en su respuesta, que no aparece en el vídeo cortado compartido, defendía «una televisión pública que penetre lo máximo posible en una sociedad que es diversa» poniendo como ejemplo la escasa difusión de TV3 en barrios del extrarradio barcelonés.
«Es bueno que TV3 haga productos que se quieran ver en el barrio de Bellvitge o Sant Ildefons» afirmaba en el programa, en el que defendía «puedo compartir que vivimos en un país que se llama Cataluña». El tuit con el vídeo cortado buscaba «desvirtuar, linchar o directamente insultar«, advierte el periodista, que concluye: «Si ya no se puede ni escuchar y dialogar, lo que queda da mucho miedo».
No es la primera vez que Évole desata las iras del independentismo. Ya lo hizo durante los primeros años del procés, criticando abiertamente la proclamación de independencia o cuando cuestión a Oriol Junqueras, durante una entrevista, señalándole que «no es verdad que tuvieran la mayoría».
Tampoco gustó su defensa de la reelección de Ada Colau como alcaldesa con los votos de Manuel Valls, en detrimento del independentista Ernest Maragall. «Los barrios del cinturón obrero de Barcelona, los que más apoyaron en su día a Colau, lo han dejado claro, son de mayoría progresista no independentista» afirmó entonces. «No se entendería que la alcaldesa no tomara el apoyo sin condiciones de Valls para continuar su labor en el Ayuntamiento».
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