Novak Djokovic torció el morro sólo conocer que tendría que jugar su partido de cuartos de final del Open de Australia en sesión diurna. Acostumbrado a su horario de las 7 de la tarde, avisó a la organización públicamente que era el que le gustaba. No hizo efecto su petición, porque la organización (es decir, la federación de tenis del país) miró por sus intereses y envió al diez veces campeón a un horno.

Porque Melbourne adoptó este martes el calor y la humedad agobiantes que suelen jalonar sus días de un torneo este año de termómetro más ligero. Volvieron las temperaturas que rondan los 30º C, para mayor enfado del serbio, que siempre sufre cuando el sol aprieta.

También lo sufrieron los miembros de su equipo técnico. Tuvieron que soportar los reproches de su pupilo, a grito pelado desde su silla. No encontraba una cosa que buscaba en su bolsa, abroncaba desde la distancia a los suyos. Una manera de repartir la presión que debe lidiar un aspirante a un 25º título de Grand Slam. Máxima exigencia.


Novak Djokovic se aplica hielo durante el partido contra Taylor Fritz en los cuartos de final del Open de Australia

Alessandra Tarantino / LaPresse

Si a los elementos externos se une la resistencia que opuso durante casi tres horas el estadounidense Taylor Fritz, se comprende el calvario que pasó Djokovic. Salió vivo, porque la experiencia da para mucho, también la clase. Y que el oponente no tenía los mismos argumentos ni armas para aguantar tanto tiempo una batalla tan exagerada.

Djokovic reaccionó como un grande cuando se sintió al límite. Muy típico de él. Busca enemigos incluso cuando no los hay. Esta vez los tuvo, pudo liberar tensión enfrentándolos. Eso sí, acumula más desgaste físico. Fueron 3h.45′ del número uno mundial, 36 años, para vencer a Fritz, 26 años y nº 12, por 7-6 (3), 4-6, 6-2 y 6-3.

Sumó su 33º triunfo consecutivo, igualando la mejor racha en Melbourne Park, a Monica Seles, que jugara primero como yugoslava, nacionalizándose después estadounidense.

Novak Djokovic y Monica Seles, racha de 33 victorias consecutivas en Melbourne Park, sede del Open de Australia

Novak Djokovic y Monica Seles, racha de 33 victorias consecutivas en Melbourne Park, sede del Open de Australia

@AustralianOpen

El viernes disputará sus undécimas semifinales del Open de Australia, ronda en la que está invicto en Melbourne. Son 48 de Grand Slam. Contra el italiano Jannik Sinner, que no se ha dejado ningún set en el camino. Pasada la una de la madruga, batió al ruso Andrey Rublev 6-4, 7-6 (5) y 6-3.

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Novak Djokovic es felicitado por Taylor Fritz.

Louise Delmotte / LaPresse

Djokovic, persistente, tuvo que esperar a una decimosexta bola de break para romper el saque del americano, para 2-0 en el tercer set, después de una larga travesía de los 84 minutos que duró la manga inicial, la reacción excelente de Fritz en la segunda. 

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Un ‘partidazo’ que inquietó a Djokovic, aunque él sabía que hallaría el camino, como siempre lo ha hecho ante Fritz, a quien derrotó por novena vez. Para ‘Nole’ no significa una novedad pelearse con todo y contra todos, mantener un nivel de excelencia perpetuo durante las horas que haga falta. Su rival, no, fue de más a menos claramente.

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Novak Djokovic

LUKAS COCH / EFE

Está padeciendo más de la cuenta en este Open Djokovic, que en tres de sus cinco partidos se ha dejado un set. Un desgaste físico y emocional que añadirán dificultades a su intento de seguir reinando en Melbourne. Está rodeado de lobos: Sinner y Alcaraz, entre ellos. 

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El equipo técnico de Novak Djokovic

Cameron Spencer / Getty